Peces de cautiverio, un negocio rentable y atractivo pero aún es incipiente

En el mundo, se estima que el comercio de peces ornamentales llegó a unos US$300 millones, en donde solo el mercado de importaciones movió cerca de US$250 millones.

Solo para el ámbito nacional, hay un fuerte comercio que se divide en importaciones y exportaciones. Las primeras, por un lado, cuenta con algunas principales especies como el gold fish, bailarinas, las carpas, cebras, bettas, guramis, colisas, entre otras.

Y el de exportaciones, en el cual el 95% de las especies son extraídas de su medio natural, principalmente en la Orinoquía y Amazonía, hay ejemplares como el cardenal, otocinclus, los diferentes tipos de tetras, así como las cuchas piña, negra y albina de puntos, y otras únicas del país, como la arawana, los tigritos y el pez moneda.

En ese sentido, los principales destinos de exportación del país son Estados Unidos y Europa.

Para Liliana Rodríguez, zootecnista, “el negocio de los peces ornamentales es muy rentable y muy atractivo, pero todavía es un negocio incipiente por el desconocimiento de las especies” entre las cuales, agregó, hay unas 400 que están autorizadas para la extracción y comercialización.

En ese sentido, uno de los principales retos que vive el sector es el nivel de mortalidad que sufren las unidades exportadas, ya que en ocasiones se extraen peces que no están acostumbrados al cautiverio y son sometidos a condiciones que no soportan.

Para ello, asegura Miguel Landines, profesor de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional, se busca que cada vez sean más los ejemplares que se trabajen por cultivo y no por extracción. Así mismo, se espera crear una cultura responsable y que haya un protocolo que sigan los pesqueros y los diferentes acopiadores, para el buen trato de las especies.

Por ejemplo, es clave que se conozcan las condiciones del manejo del agua, las adaptación climática de las especies y la tolerancia que tienen ciertos alevinos en el tema de convivencia con otros peces.

De igual forma, es importante que los cultivadores o acopiadores conozcan los periodos de vida y condiciones óptimas para la exportación, ya que hay ejemplares como la arawana, la cual debe venderse como larva, pues en su etapa adulta crecer hasta 70 centímetros.

Precios

Debido a la gran cantidad de especies que ofrece el mercado, la variedad de precios también es muy amplia. Por ejemplo, mientras que un cardenal se puede conseguir desde $80, una cucha se puede comprar por $150.000. Sin embargo, estos precios cambian dependiendo de si se venden al por mayor o por unidad, y si son adquiridos a pescadores o acopiadores en Bogotá.

Especies restringidas

Un tema clave en la exportación de peces es la identificación de las especies prohibidas, pues el comercio de éstas puede acarrear desde el decomiso de la mercancía, hasta la suspensión de las licencias de operación.

Por ejemplo, explica Rodríguez, especies como el pez Pirarucú, arawana azul, pirañas, temblador, payara, entre otras, están vetadas y por lo tanto las autoridades no permiten que se comercialicen.

Apoyo a las empresas regionales

Los estudios son una parte clave para el comercio de las especies, en especial cuando se trata de crear cultivos. Es por ello que la Universidad Nacional está brindando su apoyo a la Cooperativa de Pescadores de Peces Ornamentales de Acacias, para crear una estrategia de negocio y tener un sistema de producción sostenible.

Tips para exportar peces ornamentales
Busque asesoría sobre cuál es la especie de pez que está interesado en comercializar, en temas como condiciones climáticas, alimentación y convivencia con otras especies.

Identifique cuáles son los pescadores y acopiadores autorizados en el país, así como las especies que se pueden extraer, para evitar inconvenientes con las autoridades.

Estudie los mercados internacionales, las condiciones climáticas y qué especies puede ofrecerles, de acuerdo con el nivel de adaptabilidad de cada alevino.

solo ser extractivos de los medios naturales”.