Las ventajas de hacer nutrición de precisión: tecnología al servicio de la ganadería
La ganadería de alta producción requiere cada vez más de los adelantos científicos y tecnológicos para lograr los máximos rendimientos que se traducen en más ganancias y ahorros de tiempo y dinero. Las lecherías no solo no son ajenas a estas nuevas tendencias, sino que son unas de las vertientes que más provecho les pueden sacar.
Dentro de las tendencias más utilizadas está la llamada nutrición de precisión, que se puede aplicar en todo tiempo de explotaciones, desde hatos pequeños con manejo tradicional hasta en las grandes instalaciones con apoyo de la tecnología.
¿Qué es la nutrición de precisión? Es el diseño de dietas diferenciales para el ganado, dependiendo de los atributos de la vaca como el peso, la condición corporal, la producción lechera, su etapa de lactancia, su gasto energético diario, entre otros aspectos.
“Se trata de conocer los requerimientos específicos que tiene un animal en un día y cubrirlos a cabalidad sin ser deficientes en su suministro, ni sobrepasándose en el mismo para que no haya desperdicio”, explicó Carlos Santiago Gómez, profesor de la Universidad Católica del Oriente y experto en nutrición animal.
La nutrición de precisión busca la máxima productividad de la vaca y evita las pérdidas de tiempo y de recursos que generan las prácticas tradicionales donde no hay monitoreo y la alimentación es igual para todos los animales.
“Una vaca recién parida en una finca, en su pico de producción de leche, debe tener la cantidad de suplemento necesario para poder dar la mayor cantidad de producción posible, volver a reproducirse y estar lista para otra lactancia”, afirmó Juan Esteban Restrepo, administrador de empresas agropecuarias de la Universidad de La Salle.
Una vez medidos todos esos factores, se hace un balance nutricional a precisión de cada animal que se tenga y se prepara una dieta que garantice los requerimientos exactos diarios del animal en proteínas, carbohidratos lípidos, minerales, vitaminas, entre otros.
Las mediciones pueden ser tradicionales si se usan planillas de peso, producción, exámenes físicos, etc., o pueden ser apoyadas en la tecnología con sensores en las salas de ordeño que miden metabólicamente el animal. Sensores como, por ejemplo, bolos ruminales que se introducen en el primer estómago de la vaca e indican el pH del estómago o la producción de gases, para saber el perfil metabólico del animal.
Estas dietas individuales en el ganado se implementan de manera manual o tecnificada y se programan todos los días. Un trabajo que demanda muchas más horas hombre.
“Este proceso necesita mucho compromiso de los trabajadores. Lo más importante es dar una buena capacitación y comprometer al trabajador, que entienda la razón por la cual se hace de esa manera y los beneficios que eso trae a la finca”, afirmó el especialista Juan Esteban Restrepo.
Existen en el mercado diferentes maquinarias e instalaciones como diferentes distribuidores automáticos de concentrados que hacen la mezcla de los elementos y la llevan por tubos hasta la celda de cada vaca en la finca. Son costosas, pero a la larga este gasto se justifica porque se traduce en un ahorro de mano de obra en las instalaciones grandes.
Beneficios que implican ganancias
La nutrición de precisión genera beneficios reales en las explotaciones lecheras, sin importar su tamaño. Mejoras que se traducen en ahorro de tiempo y dinero y en una producción más rápida y eficiente. Las vacas supervisadas y alimentadas con este detalle producen leche en más cantidad y calidad, optimizan el tiempo en sus estados de preñez, son más sanas y su manejo es más fácil. Adicionalmente, no hay tanto desperdicio en cuidos y suplementos, lo que implica ahorro de dinero.