Aprenda a manejar suelos y pastos para temporada de El Niño en ganadería de leche
La disminución en las lluvias como consecuencia del fenómeno de El Niño ha puesto a varios sectores de la producción agrícola a tomar medidas preventivas que mitiguen sus posibles impactos negativos en la productividad. La ganadería de leche, al ser una actividad dependiente de múltiples variables, exige de un manejo integral que contemple los suelos y pastos, como requisito para que la escasez pluvial no incida en su crecimiento y, por ende, en la disminución de la calidad y producción de leche.
Desde la Asociación Nacional de Productores de Leche, Analac, definieron una serie de recomendaciones y estrategias de corto plazo para que los productores adopten y el impacto de este fenómeno climático no sea perjudicial para sus sistemas de producción.
De acuerdo con la asociación, uno de los aspectos que deben tener en cuenta los productores se basa en la cantidad de forraje necesario para contener el impacto. Es fundamental hacer una planeación forrajera que exige conocer primero el requerimiento de consumo de los animales de la finca según el peso vivo y su estado productivo.
“Un animal al día se puede consumir en forraje verde entre 10% y 14% de su peso vivo. La mayoría de los animales realizan este consumo en sistemas pastoriles, en los cuales se debe descontar el desperdicio mismo del proceso, llegando entonces a una oferta estimada de entre 18% y 22% del peso vivo del animal”, destacaron.
Conociendo ya los requerimientos de consumo se debe saber la capacidad de producción de forraje de la finca. Con ello se calcula de manera precisa cuál es la tasa de crecimiento diaria de una pradera y cuánto aforo se logrará tener al final del período de descanso.
“No solo se trata de producir una cantidad determinada de forraje, también es clave saberlo aprovechar buscando que el pastoreo sea eficiente. Ser eficiente no es consumir el 100% de la oferta, se debe garantizar un remanente mínimo que luego de la salida de los animales del potrero permita un crecimiento rápido del forraje. En algunas regiones ha llovido durante las últimas semanas, favoreciendo el crecimiento de los pastos”, agregaron.
Con relación a la siembra y manejo de pasturas, los expertos explicaron que, en caso de contar todavía con lluvias y que la temporada de sequía se demore al menos 30 días más en llegar, los productores pueden implementar mecanización (labranza) vertical, sembrar y enmendar, optimizar la fertilización, hacer uso de riego y medir durante todo el proceso para obtener información clave.
Cuando llegue el momento de mayor sequía es importante que se evite el sobre pastoreo, se implemente un tipo de fertilización estratégica, se le dé tiempo a la pradera para que se recupere y se optimice el uso de agua.