Legendarios: estos son los caballos más ganadores en la historia de las nacionales
La leyenda de la calidad excelsa del Caballo Criollo Colombiano se escribe día tras día y, por supuesto, se refrenda en cada competencia. Las pistas, sin duda, son los escenarios perfectos para mostrar las mejores condiciones de la raza y es ahí donde los jueces eligen a los ejemplares más destacados en cada uno de los cuatro andares.
Si bien en Colombia hay, alrededor de 180 exposiciones, entre Gado A y Grado B, en las que compiten los mejores exponentes, es la Expo Nacional Equina, que se realiza una vez al año, en sedes rotativas, en donde se eligen los caballos más destacados, al igual que en la Expo Internacional Feria de las Flores, y, por ende, se marca un derrotero en lo que tiene que ver a descendencia de campeones, ya sean machos o hembras en el país.
En el caso de la Nacional, en los cuatro aires: Trote y Galope (P1), Trocha y Galope (P2), Trocha (P3) y Paso Fino (P4) hay ejemplares que han marcado un derrotero y, a través de las 41 ediciones que se han realizado en su historia lograron destacarse y darle paso a la leyenda.
Solo para hablar de algunos de los más destacados, en este caso los machos, se puede mencionar a ‘Caballero de Rancho Luna’, con siete campeonatos nacionales en la Trocha y galope; ‘Novedoso FC’, con siete campeonatos nacionales también en Trote y galope; ‘Kaín de Mi Capricho’, con cinco campeonatos nacionales en la Trocha; y ‘Atractivo de la Pirámide’, con cinco campeonatos nacionales en el Paso fino.
En cuanto a las hembras, la más ganadora de nacionales es ‘Mi Delirio de Villa Cristina FC’, con 6 campeonatos en la Trocha y galope; y le siguen, con cuatro campeonatos nacionales: ‘Gitana de los Acantos’ (Trocha), ‘Galilea de La Perla’ (Trocha) y ‘Salomé FC’ (Trocha); y ‘Policarpa de la Trocha FC’ (Trote y galope).
Así se cría un campeón
El camino para que un caballo o una yegua alcancen los campeonatos nacionales es largo y sacrificado. Depende, por supuesto, de la genética del animal, y de muchos factores que se juntan a la hora de lograr que pueda desarrollar sus capacidades máximas al momento de salir a pista.
Para Lucas Echeverry, propietario del Criadero Dos Aguas, que en la pasada Nacional 2025, realizada en Girardot, logró dos campeonatos con ‘Tambo de Dos Aguas’ (Trote y galope) y ‘Exclusivo de Dos Aguas’ (Trocha), ser campeón en esta competencia es muy importante e, incluso, asegura que como título es el más importante del país. “Por infraestructura y, evento en sí, la Feria de las Flores es el más grande, pero como título máximo ser campeón de la Nacional es muy importante ya que muy pocos lo logran", aseguró Echeverry.
Desde potros o potrancas en los criaderos se realiza un trabajo riguroso de alimentación y suplementación, asistencia médica, entrenamiento diario y acompañamiento continuo en el que intervienen equipos profesionales que entregan lo mejor de sus conocimientos para que el ejemplar pueda dar lo mejor en la competencia.
Otro de los casos conocidos, solo por citar algunos, es el del Criadero La Ilusión, que adquirió a ‘Kaín de Mi Capricho’ en 2016, de 36 meses, cuando era un potro que no había ganado competencias y lo convirtió en un multicampeón. En el caso de ‘Gitana de los Acantos’, yegua comprada en 2017, ya había ganado, pero estaba muy lejos de ser la campeona que fue después.
Álex Cano, chalán y administrador del Criadero La Ilusión, dijo a Agronegocios que ese trabajo del día a día ha llevado a estos dos caballos a ser lo que son por el esmero y la labor ardua con la que se fueron levantando.
La importancia de la Nacional
Según Héctor José Vergara, presidente ejecutivo de Fedequinas, hay un impacto positivo en dos vías y una importancia altísima cuando un ejemplar se corona campeón de la Nacional.
“Primero, para el criadero, le va a aumentar el posicionamiento en el gremio y esto, por supuesto, repercute en la imagen del negocio dentro del gremio. Y la otra ventaja es que se genera un impacto económico. El ejemplar, al ganar, se valoriza como caballo o como yegua y de él se va a desprender toda la oportunidad de comercializar su material biológico. Si es un caballo, pues obviamente vendiendo saltos; y si es una yegua, vendiendo embriones”, sostuvo Vergara.
Otro aspecto de la Nacional que destaca Vergara es el nivel técnico de la competencia porque al final se juzga el caballo de tal manera que el ganador marca tendencia, en adelante, en el gremio porque es el campeón nacional.
“Un título nacional marca la línea en adelante porque tiene que ser un ejemplar que cumple con todas las características que desde Fedequinas están definidas para el Caballo Criollo Colombiano de paso en cada uno de sus andares. La Nacional ayuda al mejoramiento y a poder encontrar ejemplares que cumplan esas condiciones. Esto contribuye al mejoramiento de la raza”, agregó Vergara.
Así, con el horizonte puesto en las grandes competencias como la Nacional, cada año los criaderos se esmeran en sacar sus mejores ejemplares para, no solo demostrar la competencia y maestría de su trabajo, sino para seguir alimentando, con cada caballo, la leyenda del Caballo Criollo Colombiano.