Científicos revelaron en una investigación que las vacas tienen profundidad emocional
Una investigación realizada por científicos de la Universidad de Northampton reveló que las vacas tienen “mejores amigos” y, cuando son separadas, sufren altos niveles de estrés. De hecho, un artículo de The Guardian citó un libro de Beat Sterchi, un carnicero y poeta, quien inventó el adjetivo “cowpeacebly”, para referirse cuando las vacas permanecen plácidamente de pie.
Según el diario, cuando las vacas están tumbadas en el campo y rumiando, parecen estar en otro mundo por el estado de calma total en el que se encuentran. “Pero los amantes de las vacas siempre hemos sabido que tienen profundidad emocional”, dice Hannah Velten, de The Guardian.
Velten citó a DH Lawrence, quien escribió la relación que tenía con una vaca negra llamada Susan, a la cual ordeñaba todas las mañanas entre 1924 y 1925 en su rancho en Taos, Nuevo México. “Comenta su ‘olvido de vaca’, su ‘inercia de vaca’, su ‘pasividad de vaca’ y su ‘paz de vaca’, y se pregunta adónde va en sus trances. Pero cree, con razón, que siempre hay ‘un cierto caos intacto en ella’, que nunca está lejos”.
Lawrence escribió que Susan algunos días era "díscola, fastidiosa y maricona", debido a que hace cosas para molestarle, como mover la cola en la cara durante el ordeño. "A veces la mueve a propósito y me mira con el rabillo de su gran ojo negro cuando le grito".
El artículo de The Guardian asegura que no es sorpresa que las vacas sean capaces de entablar amistad y que, en cualquier hato ganadero,existe un orden jerárquico que hace que las vacas entren en la sala de ordeño más o menos en la misma posición en la cola.
“En la granja lechera en la que trabajé cuando era estudiante de agricultura teníamos a ‘Dalila la diabólica’, ‘Caroline la astuta’ y ‘Mary-Rose la dolorosa’, todas ellas apodadas así por sus travesuras molestas o agresivas a la hora del ordeño o de la alimentación”, dice Velten.
La autora asegura que las vacas dominantes se abren paso hasta el principio de la cola, intimidan a las más sensibles del hato y deciden cuándo y dónde deben moverse por el pasto. “Ninguna vaca sumisa querría ser su mejor amiga”.
Velten señala que algunas vacas son las cabecillas cuando surgen problemas y arrasan con las vallas hasta hacerlas ceder. “Pobre de aquel que se interponga en el camino de una madre protectora y su cría, te dejará por los suelos y te dará la vuelta”.
Pero existe otro tipo de vacas, que son más suaves y que Temple Grandin, científica especializada en animales, describió como ‘curiosamente asustadizas’. “Estas vacas, que en su mayoría muestran este comportamiento, sienten curiosidad ante cualquier novedad, pero al mismo tiempo les aterroriza”, dice Velten.
También asegura las más valientes se acercan a investigar, pero se colocan a una distancia en la que estiran el cuelo y la lengua todo lo posible “para no tener que estar demasiado cerca”. Las vacas resoplan, olisquean y lamen la novedad hasta que, después de 15 minutos, deciden que se han aburrido y se alejan.