Las vacas callejeras en India se convierten en conflicto rural de cara a próximas elecciones
Al caer la noche en la aldea de Mahaban, al norte de India, Gopi Chand Yadav preparó mantas y una linterna para pasar la noche sentado en una plataforma de madera en su campo. Su tarea: usar palos de bambú para evitar que los animales callejeros se entrometan y coman su cosecha de mostaza.
Al igual que Yadav, miles de agricultores permanecen despiertos para proteger sus granjas durante el frío invernal o se arriesgan a perder sus cosechas debido al ganado, un problema que se suma a los dolores de cabeza que tienen unos productores que están sufriendo la caída de los precios de las cosechas.
Aunque las vacas callejeras que deambulan por las ciudades y pueblos siempre han sido una característica de la vida en la India rural, los agricultores dicen que la cifra ha aumentado considerablemente en los últimos años hasta convertirse en una amenaza, de la cual culpan a las políticas del Gobierno del primer ministro nacionalista indio, Narendra Modi.
La protección de las vacas, consideradas sagradas por los hindúes, fue una de las medidas destinadas a ganar apoyos en el norte de India, una zona densamente poblada donde se habla hindi y que es considerada el principal bastión del partido Bharatiya Janata (BJP), al que pertenece Modi.
Sin embargo, la medida está encontrándose con numerosos detractores, incluso entre los agricultores.
“Ya teníamos suficientes problemas y ahora el Gobierno ha creado uno más”, dice Baburao Saini, un octogenario agricultor que vive en la aldea de Kakripur, a unos 85 kilómetros de Nueva Delhi. “Por primera vez, nos hemos visto obligados a quedarnos en los campos para proteger nuestros cultivos”.
Más de 50 agricultores con los que Reuters habló en Mahaban y otras nueve aldeas en el estado de Uttar Pradesh dijeron que lo pensarán dos veces antes de votar por el BJP en las próximas elecciones generales, que se celebrarán en mayo. El problema del ganado y los bajos precios agrícolas son las razones principales de su desilusión con un partido por el que votó la mayoría de los indios en las últimas elecciones de 2014.
Modi se impuso ampliamente en Uttar Pradesh en esa elección, ganando 73 de los 80 escaños en el estado más poblado de India, seduciendo a los votantes rurales con la promesa de mayores precios de los cultivos. Además, los agricultores hindués apoyaron al BJP en medio de tensiones con la minoría musulmana.
Protección bovina
Modi está tratando de recuperar el apoyo entre los 263 millones de agricultores y granjeros de la India después de que el BJP perdió el poder en diciembre a manos del opositor partido Congreso en tres grandes estados del norte, donde la agricultura es un pilar fundamental.
Los ganaderos indios tienen vacas para producir leche, queso y mantequilla, pero dañar o matar a una vaca, especialmente para utilizar su carne como comida, es un tabú.
La mayoría de los estados indios prohíben el sacrificio de vacas, pero después de llegar al poder en 2014, el BJP intensificó su rechazo al negocio del ganado, iniciando una campaña contra los mataderos sin licencia que existen en Uttar Pradesh y el contrabando de ganado en todo el país.
Al mismo tiempo, la oleada de ataques contra camiones que transportaban ganado por parte de patrullas de vigilantes hindúes ha ahuyentado a los comerciantes del sector, la mayoría de los cuales son musulmanes, lo que ha frenado también las transacciones con bueyes, que no se consideran sagrados.
Asimismo, el aumento de las ventas de tractores y la creciente mecanización han hecho que sobren animales para su uso en la agricultura.
Los agricultores con los que Reuters habló dijeron que veneraban a las vacas como el más devoto de los hindúes, pero que la repentina desaceleración en el comercio de ganado había dañado la economía rural. En su opinión, el Gobierno debería crear más refugios para vacas y permitir que los comerciantes de ganado hagan negocios con otros animales sin temor a ser atacados.
“El Gobierno solo ha hecho cumplir las leyes cerrando mataderos sin licencia y persiguiendo el contrabando de ganado”, dijo el portavoz del BJP, Gopal Krishna Agarwal. “No estamos tratando de dañar ni a ninguna comunidad ni a la economía rural”.
Cosechas pisoteadas
El precio del forraje ha aumentado en más de un tercio en el último año y la mayoría de los agricultores no pueden permitirse el lujo de tener vacas después de que dejan de producir leche, dice el agricultor Rajesh Pahalwan mientras fuma una pipa de narguile en el pueblo de Manoharpur. Seis granjeros que están con él asienten al oír sus palabras.
En la India, el mayor productor de leche del mundo, alrededor de tres millones de bovinos se vuelven improductivos cada año.
En el pasado, los granjeros hindúes vendían vacas improductivas a los comerciantes musulmanes y cerca de dos millones de estos animales terminaron pasando de contrabando a Bangladés para utilizar su carne y su cuero. Pero ese negocio se ha visto ahora frenado por la campaña gubernamental, según funcionarios de comercio e industria.
Eso ha llevado a que muchos bovinos improductivos sean abandonados, dijeron los granjeros, pero los gobiernos, tanto regionales como nacionales, no han podido construir nuevos refugios, lo que ha hecho que aumente el número de bovinos callejeros que se alimentan de cultivos o incluso de basura.
“Está claro que el Gobierno no pensó en alternativas antes de aplicar estas medidas”, dice el granjero Deepak Chaudhary, que cultiva trigo en las afueras de Mathura, considerado el lugar de nacimiento del dios hindú Krishna. “Como hindúes, tratamos a las vacas como sagradas, pero estas medidas injustificadas han perturbado la economía agropecuaria”.
Modi ha condenado en el pasado la violencia de los vigilantes de vacas, pero la oposición y otros críticos del Gobierno dicen que algunos grupos hindúes de derecha involucrados en esta ofensiva tienen vínculos con su partido, una acusación que el BJP niega.
Casi el 85% de los agricultores de la India posee menos de dos hectáreas de tierra, por lo que un área dañada, aunque sea relativamente pequeña, tiene un gran impacto en su sustento.
Hace solo dos semanas, el ganado devastó un terreno de trigo cultivado por el granjero Chandra Pal en el distrito Mathura, en Uttar Pradesh.
“Perdí mi inversión después de que ganado abandonado pisoteó la cosecha y se la comiera”, sostuvo.
Muchos agricultores en Uttar Pradesh usan ahora alambre de púas para evitar que los animales entren en sus granjas, pero es una medida más cara.
“Hemos sido víctimas de las políticas anticampesinas del Gobierno y el problema del ganado callejero es un golpe más para nosotros”, dice en la aldea de Maholi el agricultor Amar Chand, quien votó por Modi en 2014. “A diferencia de las elecciones generales anteriores, ahora los agricultores no están unidos detrás de Modi, que en esta ocasión se mueve en un terreno inestable”.