Las alternativas que se recomiendan en alimentación bovina durante la época seca
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Las alternativas que se recomiendan en alimentación bovina durante la época seca

Las altas temperaturas en el país han reducido las pasturas aptas para el consumo por lo menos hasta mediados de marzo
Akos Stiller
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En épocas de verano, cuando la escasez de lluvia reduce la existencia de pasto o minimiza sus propiedades, el ganado se expone a una pérdida de peso considerable. Por lo tanto, el empresario debe buscar las mejores opciones para mantener su producción e intentar perder económicamente lo menos posible. Para afrontar esa situación, se comercializan suplementos que podrían reemplazar temporalmente el pasto por alternativas efectivas pero -por sus altos costos- hacen que a menudo se deba recurrir a otras opciones más rentables.

Entre las posibilidades más recurrentes se encuentran los henos, el silo, los henolajes y el ensilaje, que son procesos de conservación del forraje; algunos están basados en fermentación láctica del pasto, lo que permite retener sus cualidades originales o con lo que se permite conservar la humedad. Estos suplementos son los más completos del mercado, los cuales a corto plazo suplen las necesidades de los bovinos. Además, algunos ganaderos los elaboran en sus propios cultivos, aunque la mayoría recurren a la compra, ya que no cuentan con la superficie y la maquinaria apta para hacerlo en su propio predio.

“En una ganadería comercial, es muy costoso y poco viable comprar heno o silo para pasar las épocas de sequía, pues los altos costos de estos suplementos muchas veces no justifican la producción. Por ello, y para conservar las ganancias óptimas en verano e invierno, las ganaderías deben tomar medidas como la conservación de forraje y cultivos transitorios en ciertas áreas de la finca”, dijo Yesid Rendón Cardona, médico veterinario zootecnista y gerente de Agroganadería del Nuz.

Existen también otras alternativas más económicas para alimentar al ganado en épocas de sequía, como la melaza o las leguminosas y los árboles que estén en la finca, como el matarratón, el sauco, el tilo y el orejero. Éstos, según los consultados, son fuente óptima de alimento para las reses. De igual forma, el concentrado y la sal se vuelven fundamentales en esas épocas, pues en situaciones de poca pastura los animales tienden a explorar dietas que normalmente no harían y acceder a zonas de mayor exposición a daños como bañaderos secos, pajonales y canutillales.

Los granos por su parte son energéticos, tienen altos porcentaje de materia seca y aportan proteínas.
De los más destacados se encuentra el maíz, el sorgo, el trigo y la cebada. Así mismo, alternativas como la harina de arroz o de yuca o la torta de soya son buenas fuentes de nutrientes.

Subproductos regionales como alternativa
Una de las recomendaciones para tener en cuenta en estas épocas calurosas del año es la utilización de subproductos regionales que pueden abaratar algunos costos y brindar alternativas de nutrición, como lo es el caso de la yuca en la Costa Atlántica, el palmiste en zonas extractoras de aceite de palma.

Comparar y vender según la época
Una alternativa que funciona para las ganaderías de ceba o de engorde es comprar reses en épocas de invierno, en las cual hay sobreoferta de forraje y pueden realizar el levante de los animales de manera más rápida y eficiente para cuando llegue el verano vender y desocupar sus terrenos y así realizar su recuperación.

Reducción de costos durante el verano
Ya sea en ganado de engorde o de leche, los animales sufren pérdidas significativas durante la época de sequía y, en consideración de los aspectos económicos, se debe buscar perder menos, tomar las decisiones paso a paso y en el momento oportuno bajar la carga de animales o generar liquidez, para afrontar costos alimenticios.

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