La tecnología ha sido fundamental para el crecimiento del sector avícola en Colombia
Al ser uno de los actores responsables de la nutrición de los colombianos, uno de los pilares del desarrollo de la avicultura ha sido su permanente innovación tecnológica, que ha permitido, entre otros hitos, mejorar las condiciones de las aves en granja y ofrecer dos alimentos, como lo son el pollo y el huevo, de manera más amplia y segura.
Hoy se habla de una avicultura de precisión, que traduce el significado de maximizar los insumos, generar procesos y procedimientos estandarizados y usar tecnología de punta, que redunde en beneficio de los consumidores.
En esos aspectos es importante destacar los sistemas de ambiente controlado en granja, que permiten garantizar la temperatura idónea para las aves; los sistemas de alimentación y bebederos, que reducen al máximo el desperdicio y que van en línea con una producción sostenible y el manejo de la información en tiempo real, lo que permite ajustar desviaciones para lograr un seguimiento “en línea” del proceso de producción.
El uso de la tecnología ha llegado a sobrepasar las fronteras de las granjas. Es así como a partir de la gallinaza y pollinaza ya existen proyectos de generación de energía. De igual manera, la tecnología ha permitido optimizar el recurso hídrico desde la producción, mediante su reuso, y una gestión responsable de la mano con el Estado.
Vale destacar que, el desarrollo tecnológico implica con anterioridad un conocimiento de la normatividad y una claridad sobre los requerimientos y las necesidades de cada producción avícola. En ese sentido, Fenavi viene trabajando de la mano de los avicultores para acercar estos proyectos a la realidad.
“El sector avícola en cuanto al subsector del pollo tuvo una transformación muy grande hace unos cuatro o cinco años mientras se negociaba el TLC, los avicultores le apostaron a tecnificación de sus granjas y plantas con ambiente controlado y esto hizo que el país hoy se pueda defender y ser competitivo incluso con el producto americano. En el huevo también hay muchos avances, tenemos las últimas tecnologías tanto para producción como para clasificación de huevos, en esto estamos a la vanguardia”, señaló Luis Fernando Tascón, gerente general de Santa Anita Nápoles.
Aumento del consumo
En cuanto al consumo, cada día los colombianos disfrutan más huevo y más carne de pollo, convirtiendo estas dos proteínas en la base fundamental de su alimentación.
En 2004, un colombiano disfrutaba alrededor de 16 kilos de pollo por año, hoy la cifra asciende a 35,5 de consumo per cápita. Y en cuanto a Huevo, la cifra pasó de 177 unidades a 303; en el mismo periodo de tiempo.
Así se mueve la producción
De acuerdo con cifras de Fenavi, tanto la producción de pollo como de huevo ha venido creciendo en los últimos años. Mientras en 2014, la producción era de 1,3 millones de toneladas de pollo y 11.529 millones de huevos; este año la proyección es que sea de 1,6 millones en pollo y 14.376 millones de huevos.
Afrontan la nueva ruralidad
De acuerdo con Fenavi, es importante la creación de mecanismos de protección del sector avícola y producción agropecuaria, y la incorporación de determinantes agropecuarias de mayor jerarquía a los Planes de Ordenamiento Territorial (POT) que clarifiquen la definición de zonas aptas de producción en el país y permitan desarrollar una visión estratégica del mejoramiento productivo y competitivo del sector en el marco del desarrollo sostenible, aspectos en los cuales la entidad ya ha realizado un avance importante.
“Al sector avícola le pega muy fuerte el tema de los POT, estamos en un sector rural y ocasionalmente por los cambios en los POT se ubican cerca de las granjas avícolas que están construidas hace mucho tiempo, parcelaciones campestres y viviendas de recreo y es muy complicada la presión que empieza a ejercer la comunidad por los olores del sector avícola, este es un tema bien complicado”, dijo Tascón.
El control sanitario es clave
Según la gerente del ICA, Deyanira Barrero, en la actualidad la entidad busca con Fenavi avanzar en materia de control y erradicación de enfermedades de alto interés para los productores avícolas que pueden poner incluso en riesgo la seguridad alimentaria de todo un país, siempre teniendo en cuenta las recomendaciones y estándares internacionales de la OIE.