Inseminación artificial en equinos, método reproductivo que acelera mejora genética
La inseminación artificial como técnica reproductiva se practica en la mayoría de especies de interés zootécnico. En los equinos, su implementación acelera la mejora genética, reduce costes de desplazamiento, evita la aparición de enfermedades y mejora los rendimientos económicos.
La finalidad de este método es facilitar la monta de las yeguas con el objetivo de que queden inseminadas de caballos que posean un buen material genético, a través de la introducción de semen en el cuerpo del útero de una hembra sexualmente receptiva.
Una de las ventajas que trae su uso es que se disminuyen los costos que implica transportar la yegua a donde está el caballo o viceversa, lo que reduce las probabilidades de accidentes que involucren la vida del animal durante el trayecto.
Es una alternativa frente a la monta que, en ocasiones, provoca traumatismos en ambos animales y propicia la aparición de enfermedades que se transmiten durante el acto.
Según Richard Leyva, zootecnista de la Universidad Nacional de Colombia, Unal, especialista en reproducción equina, este es el método más utilizado. Prácticamente, ha desplazado la monta directa, que era lo que se empleaba hace muchos años.
“La inseminación artificial es un método de amplio uso por los criaderos de caballos, ya sea por medio de la modalidad de semen congelado o refrigerado”, precisó Leyva.
En la primera metodología se congela el semen del caballo escogido con diluyentes especiales y se mantiene dentro de un termo con nitrógeno líquido para que se conserve mientras llega a su destino, sin embargo, es una técnica que se utiliza menos en comparación con la que hace uso de la refrigeración, debido a que precisa de un seguimiento más riguroso y, por ello, unos costos más elevados.
“El otro método, basado en refrigerar el semen, es un poco más económico, por lo que el procedimiento se realiza prácticamente el mismo día o, como máximo, al día siguiente, lo que sugiere que su seguimiento no es tan minucioso”, aclaró.
Para el especialista, los resultados son buenos dependiendo del estado de la yegua, su estatus sanitario, la calidad del material seminal que se consiga y los cuidados que se tengan para su mantenimiento y observación antes y durante la inseminación.
“Dependen más que nada de esos factores y del buen seguimiento de la yegua a la que se va a inseminar. Los resultados son, más o menos, de 70% a 80% de preñes de las yeguas totales que se insemina”, agregó.
Aunque el costo obedece a labores como la mano de obra, el seguimiento del animal, el monitoreo de los ovarios para escoger el momento preciso para la inseminación, la preparación de la yegua, las hormonas utilizadas y el cuidado que se debe tener para obtener éxito, “en este momento en la Sabana ronda entre $800.000 y $900.000”, concluyó.