Indicador creado para medir calidad del suelo determina la sostenibilidad de los sistemas silvopastoriles
Un indicador creado para medir la calidad del suelo determina que los sistemas silvopastoriles, modelos agroforestales para producción ganadera, permiten mejorar y mantienen las buenas condiciones del suelo en comparación con las pasturas tradicionales.
Lo anterior fue determinado luego de que la estudiante Nelly Victoria Giraldo Sánchez, de la Maestría en Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Colombia (Unal) Sede Palmira, propusiera un indicador para monitorear la sostenibilidad de dichos sistemas.
"Los sistemas silvopastoriles se caracterizan por tener un sistema de manejo integral, con rotaciones de potreros, por ejemplo, y asociación de varias especies vegetales, desde rastreras hasta arbóreas y arbustivas, y han sido muy importantes tanto para manejar ecosistemas naturales como para mejorar la rentabilidad de las fincas ganaderas", destacó la Agencia de Noticias de la Unal.
La actual problemática es que en el mundo estos sistemas de producción sostenible se han venido manejando desde hace mucho tiempo, y en la última década se han intensificado en Colombia, sin embargo, se ha empezado a observar que en algunos sistemas silvopastoriles antiguos, de 10 años de establecimiento o más, las coberturas del suelo han ido disminuyendo, cuando la idea con estos es precisamente mantenerlas.
En ese sentido, la estudiante Giraldo Sánchez señaló que, “si no hay cobertura del suelo se degrada el sistema como tal, lo cual se refleja en procesos de erosión y en menor producción de biomasa, que es lo que come el ganado".
Precisamente, según lo indicó la Agencia de Noticias Unal, de acuerdo con datos del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), 50 % del cambio de cobertura de bosque en el territorio nacional corresponde a la praderización y a la ganadería extensiva. Además, 77,6% del suelo dedicado a la ganadería presenta erosión, desde ligera hasta muy severa, con tasas cercanas a las 25 toneladas de suelo por hectárea al año.