¿Habilitar el funcionamiento de mataderos municipales bajaría los precios de la carne?
El pasado martes, el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, anunció durante un debate de control político en la Comisión Séptima del Senado, que tenían casi listo el decreto para habilitar los mataderos municipales para atender problemáticas de costos de transporte y abigeato en el sector ganadero.
“Creemos que hay mucha infraestructura que los municipios pueden recuperar, y que puede ser suficiente para lograr un adecuado sacrificio con todos los reglamentos de salud pública, especialmente sobre la base de que no se siga fomentando el abigeato y el sacrificio en potreros como lo estamos viendo”, dijo el jefe de la Cartera.
Este debate se abrió cuando el presidente, Gustavo Petro, propuso a mediados de noviembre del año pasado la reapertura de estos lugares para bajar los costos del precio de la carne, premisa que defendió ayer en sus redes sociales. “Mi objetivo al recuperar la figura del matadero municipal, al que hay que tecnificar, es bajar el precio de la carne”, escribió.
¿Pero esta medida bajaría los precios de la carne? Óscar Cubillos, jefe de planeación y asuntos económicos de Fedegan, explicó que, “si se tiene cercanía de donde se produce el ganado con plantas más pequeñas y con los estándares mínimos, distribuye en su entorno el consumo y no tocaría transportar el hato durante días. No la va a abaratar exageradamente, pero si mejora la logística de colocación de oferta y no habrían subidas de precio abruptas”.
En Inside LR, Álvaro Urrea, presidente de la Asociación de Frigoríficos de Colombia, Asofricol, dijo que, “cuando se piensa en montar un matadero y más uno público, mínimo se necesitan $4.000 millones para uno pequeñito, hablando de un municipio no muy grande, de una planta de auto consumo, no estoy refiriéndome a una de exportación que puede valer hasta $100.000 millones, o una nacional que está entre $50.000 y $60.000 millones”.
En este punto Cubillos aclaró que no se necesita que cada municipio tenga una planta, sino que sea regional, “por lo que se podría dividir entre cierto número de municipios el costo total. La intención de la norma es que las plantas de auto consumo tengan la posibilidad de salir a mercados donde no hay atención”.
José Félix Lafaurie, presidente ejecutivo de Fedegan, dijo que “no hay ningún problema con la apertura de los mataderos municipales porque prestan un buen servicio en el sacrificio para el consumo local, incluso ayuda a evitar delitos como el carneo, que se ha vuelto permanente como consecuencia de carniceros que sacrifican animales en predios ajenos para venderlos en poblaciones de menor tamaño en cada región”.
¿Cuál es la reglamentación actual?
El Ministerio de Protección Social expidió el Decreto 1500 de 2007, por el cual se estableció el reglamento técnico con el que se creó el Sistema Oficial de Inspección, Vigilancia y Control de la Carne, Productos Cárnicos Comestibles y Derivados Cárnicos Destinados para el Consumo Humano y los requisitos sanitarios y de inocuidad que se deben cumplir en su producción primaria, beneficio, desposte, desprese, procesamiento, almacenamiento, transporte, comercialización, expendio, importación o exportación.
Este marco legal adoptó una serie de medidas para priorizar la salud pública y tener mayores estándares fitosanitarios en la salud y vida de las personas.
Adicionalmente, ayudó a entrar en el mercado internacional, bajo los estrictos estándares de sanidad de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Luego de varios aplazamientos, fue hasta 2016 que entró en vigencia dicho decreto, y fueron liquidados varios mataderos. Esta función fue asignada al Invima y cerró las plantas que no cumplieron con los lineamientos de la norma.
En total, la entidad clausuró entre agosto de 2016 y con corte a junio de 2022, 359 plantas de beneficio, de las cuales 13 fueron cerradas durante el primer semestre del año anterior. Estas no cumplieron con la aplicación de los planes de racionalización de las mismas, por lo que la entidad las liquidó.