Incremento de 3,9% en el gasto real de leche durante el segundo semestre de 2025
La industria lechera colombiana espera que en el cierre de 2025 y el comienzo de 2026 continúe la tendencia al alza en el consumo de este producto en el país, tras registrar en el segundo semestre de este año un aumento de 3,9% en el gasto real, en comparación con el mismo periodo de 2024.
La proyección la hace Ana María Gómez, presidente ejecutiva de Asoleche, quien afirma que, aunque las cifras de consumo han mejorado, aún hay un margen amplio de crecimiento, dado que los colombianos consumen en promedio 141 litros de leche por persona al año, lejos aún de la meta de los 170 litros que recomienda la FAO.
“Desde Asoleche, y en conjunto con el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, trabajamos en la promoción del consumo de leche y sus derivados. A finales de 2024 iniciamos una estrategia que continúa en 2025 y se proyecta para todo 2026. Esperamos que estos esfuerzos se mantengan en los siguientes años para asegurar que los colombianos recuperen el consumo de este alimento en la nutrición diaria de sus familias, derribar mitos asociados a su consumo o a tendencias alimentarias y devolverle a la leche su papel protagónico en la mesa de nuestros hogares”, dijo Gómez.
¿Qué perspectivas hay para el cierre de 2025?
Jorge Rizzo Nieto, supervisor técnico local de rehabilitación de medios de vida de la FAO Colombia, indicó que para el último trimestre de 2025, se espera el arribo de la segunda temporada de lluvias del año en el territorio nacional, con precipitaciones por encima de los niveles normales que podrían generar repercusiones tanto positivas como negativas en la red lechera.
“Por un lado, podrían haber afectaciones en las vías terciarias que conducen a las fincas e inundaciones y encharcamientos, con consecuencias en la recolección y la distribución. Por el contrario, en algunas zonas con déficit hídrico, el exceso de lluvias las beneficiará, favoreciendo la recuperación de las pasturas y, con ello, una mayor oferta de forraje para la alimentación de los animales. Esto incidirá en el incremento de los volúmenes de producción”, indicó Rizzo.
Esta situación se puede ver desde dos ópticas, pues a mayor volumen de producción, más ingresos para los productores, pero también, ante una mayor oferta, habría una fluctuación en los precios. Además, el incremento de las precipitaciones también ocasionaría una mayor humedad en los potreros, lo cual aumentaría el riesgo de que se originen enfermedades como la mastitis, afectando la calidad de la leche.
Proyecciones para 2026
En concepto de Ana María Gómez, la presidenta ejecutiva de Asoleche, el reto para 2026 y el mediano plazo, al igual que en años anteriores, es el de recuperar el consumo de leche en los hogares colombianos, pero además, como industria, atender factores como la alta informalidad que afecta a la cadena láctea, el cambio climático que dificulta la predictibilidad de la producción de leche cruda y el fortalecimiento de la competitividad del sector, que impacta de manera transversal a productores, industria y consumidores.
¿Qué más se espera?
“Para el próximo año buscamos continuar con el camino que emprendimos desde 2024 con el primer gran estudio sobre hábitos de consumo de leche y derivados en Colombia. El objetivo es avanzar con la implementación de la estrategia que se planteó con base en los resultados, para mejorar el consumo, fortalecer la cadena láctea para todos sus actores y robustecer la innovación en la oferta láctea, que responda con calidad, precio y nutrición para todos los colombianos”, concluyó la directiva gremial.