El forraje es una de las claves para criar al Caballo Criollo Colombiano sano y ganador
La importancia de los forrajes en la alimentación del Caballo Criollo Colombiano (CCC) radica en que representan la base nutricional para mantener su energía, salud y rendimiento de los ejemplares. El CCC es una raza caracterizada, entre otros aspectos, por su resistencia, fortaleza y capacidad de adaptación, atributos que no se pueden desligar de una dieta equilibrada donde el forraje juega un papel protagónico en el desarrollo de los animales desde sus primeras semanas de vida.
La tradición equina y ganadera del país ha reconocido desde hace siglos que el pasto, en sus diferentes variedades, constituye el alimento más natural y completo para este ejemplar, garantizando no solo su desarrollo físico, sino también el sostenimiento de sus características fundamentales.
El forraje aporta la fibra necesaria para el buen funcionamiento del sistema digestivo, que en los caballos depende de una fermentación lenta y estable. Sin esta fibra, los equinos estarían expuestos a cólicos, alteraciones metabólicas y problemas de comportamiento, lo que afectaría tanto su bienestar como su desempeño en competencias o labores de campo.
Además, los forrajes frescos suministran una parte importante de vitaminas y minerales esenciales, lo que los convierte en la base de cualquier plan alimenticio responsable para el caballo criollo.
La diversidad de climas y suelos en Colombia permite contar con una gran variedad de forrajes que se adaptan a las condiciones de cada región. Gramíneas como el kikuyo, el estrella africana o el brachiaria, así como leguminosas como la alfalfa (no es para todos los caballos), forman parte de la dieta habitual de los criaderos que están a lo largo y ancho del país.
“Cuando hablamos de forrajes de calidad decimos que son 90% o 100% de su nutrición. Un caballo, entre mejor forraje consuma, a buen tiempo de corte, es apto y de buena cantidad; los caballos solo necesitan agua y los micronutrientes necesarios”, aseguró Sara Cadavid, médica veterinaria y especialista en nutrición animal.
Esta riqueza vegetal no solo alimenta, sino que también contribuye a mantener la rusticidad de la raza, acostumbrada a pastorear en diferentes entornos y a aprovechar de manera eficiente los recursos disponibles. En este sentido, el CCC es un símbolo de la buena relación entre naturaleza y ganadería.
La importancia del forraje también se refleja en la preparación de ejemplares para competencias. Un caballo alimentado con una dieta basada en pasto de calidad mantiene una condición corporal adecuada, músculos firmes y un pelaje brillante, aspectos que son valorados al momento de salir a la pista.
Igualmente, su temperamento se beneficia, pues el forraje satisface la necesidad natural de masticar durante largas horas, lo que evita el estrés y favorece su docilidad. Por eso, los criadores más experimentados insisten en que no se puede reemplazar la base de pasto con concentrados o suplementos, sino complementarla de manera estratégica.
“Un buen forraje influye en que haya una buena adaptación de la cámara fermentativa del caballo desde el inicio de su vida, que es la que lo va a nutrir durante su crecimiento y adultez. Los forrajes en Colombia, en algunos lugares, son deficitarios en varios nutrientes y por eso es preciso suplementar.
Por eso hay que conocer la característica de los suelos en los que pastan los caballos para saber si les hacen falta nutrientes y proporcionarlos de una manera correcta. “Es ideal que en los criaderos y pesebreras haya un análisis de suelos al menos cada año”, agregó Cadavid. En cuanto a lo económico, los forrajes representan un insumo sostenible y rentable siempre que se manejen con prácticas adecuadas de siembra y rotación de potreros.
Es por eso que para los criadores, la inversión en suelos fértiles y en el cuidado de los espacios en donde pastan los equinos se traduce en animales más sanos, menor gasto en medicinas y mejor desempeño productivo. Así, el forraje no es solo alimento, sino una estrategia integral de manejo que asegura la permanencia de la raza y su desarrollo competitivo en escenarios nacionales e internacionales.
Suplementar con calidad es importante
La suplementación en los equinos es importante cuando se hace de acuerdo a las diferentes etapas de vida y los requerimientos del animal. En ese sentido es fundamental que aporten minerales y vitaminas para que complementen los forrajes. Estos se encuentran en productos de buena calidad con certificación y soportes nutricionales. La sal también es clave, ya que por medio de ella se pueden potenciar otros nutrientes.