Estos son los principales cuidados para tener un correcto manejo del parto de una vaca
El manejo posterior del parto de una vaca es una de las fases más importantes en la implementación de un proyecto ganadero, ya que permite preservar el futuro reproductivo de ese animal. Una de las consultas más frecuentes de los productores es cuánto tiempo debe darse para la cuarentena para permitir una adecuada recuperación después de su periodo de gestación.
Daniel Mauricio Arango, zootecnista, máster en producción animal y mánager de la granja núcleo Hypor Canadá, explicó que este tiempo de espera tiene que ver con los términos de la involución uterina para que el útero y los demás órganos del sistema reproductivo de la vaca regresen a su estado normal, tras extenderse para acoger el feto.
“Para que ese útero se recupere se requieren 45 días en promedio, aunque hay algunos productores que prefieren esperar 60 días”, explicó Arango.
Una opinión similar comparte Ana Carrizosa, médica veterinaria y especialista del área de agricultura familiar de la FAO, quien dijo que los dos meses es el tiempo recomendado para que la vaca se recupere del todo de su proceso de gestación, si bien hay quienes la vuelven a preñar al mes y medio.
Cuando el parto ha transcurrido dentro de lo esperado y no hubo dificultades, lo usual es que no haya sangrados ni infecciones, y la vaca comenzará a producir leche.
“Todas las hormonas que tenía dentro de su sistema como la progesterona y los estrógenos vuelven a su estado normal, la prolactina empieza a aumentar y eso hace que la vaca tenga una recuperación adecuada para que al término de la cuarentena entre en celo para poder ser inseminada”, afirmó Arango.
¿Qué pasa si el parto tuvo complicaciones?
En el caso de que el parto sea distócico, es decir, cuando se presenta alguna situación o complicación que requiere de la intervención de los especialistas, Carrizosa dijo que hay que vigilar posibles sangrados o que la matriz y la placenta no sean expulsadas.
“Puede haber muchas complicaciones posparto, incluyendo infecciones en el útero, que requieren manejo mediante antibióticos y con lavado”, explicó.
El Instituto Plan Agropecuario de Uruguay, en su sitio web, señaló que otras posibles complicaciones posparto son la metritis, una inflamación del útero que muchas veces es provocada por microorganismos, y la piometra, una infección en la que el útero se llena de pus, poniendo en riesgo la vida del animal.
“Estos factores alteran la involución normal del útero que debe ocurrir luego del parto, pudiendo comprometer la eficiencia reproductiva de esa hembra en el futuro”, explica el instituto en su sitio web.
El cuidado del ternero
Cuando el ternero nace es necesario evaluar que la madre tenga vocación y buenos antecedente para cuidar de la cría, sino es necesario intervenir. Esto se debe a que los primeros meses son clave para la buena salud, la condición y el desarrollo de los vacunos cuando sean adultos.
Es clave que durante el parto se vigile constantemente y se asista en el proceso. Luego del nacimiento del ejemplar, el ganadero debe evaluar los signos vitales de la cría, para estimular la circulación, respiración, y ayudar con la limpieza.
En esta etapa es vital el consumo del calostro, para que la cría recién nacida ingiera la cantidad sugerida, pues es clave en su desarrollo hacia la adultez.
Cuando el ternero ingiere el calostro, es necesario curar el ombligo, para garantizar que la cría esté en un lugar limpio de materia fecal y de residuos contaminados. Si no hay asepsia, puede ser el principal agente causante de enfermedades en esta zona del ternero.
Es importante suministrar de manera oportuna el calostro
Un ternero debe ingerir al menos cuatro litros durante las primeras seis horas. La ingestión ideal sería de 10% del peso vivo del ternero. Ingerir el calostro provee de inmunoglobulinas al ternero, un elemento clave si se tiene en cuenta que a las 24 horas de nacido, ya no se puede absorber las inmunoglobulinas. Esto también le aporta al recién nacido vitaminas, proteínas y energía.