Estos son los consejos que debe tener en cuenta a la hora de criar a un ternero huérfano
La crianza de terneros huérfanos representa un reto significativo en la ganadería, ya que ante la ausencia de su madre se puede llegar a comprometer su salud y el desarrollo del animal. Hay situaciones como la muerte de la vaca durante el parto o incluso el rechazo de la cría que puede obligar a los ganaderos a implementar estrategias específicas para garantizar la supervivencia y bienestar del ternero.
El calostro, que es la primera leche materna, es uno de los factores determinantes para asegurar su supervivencia y óptimo desarrollo. Este líquido es conocido por ser rico en nutrientes y anticuerpos, que es esencial para aportar inmunidad y vitalidad al recién nacido. En caso de no ser posible obtener el calostro de la madre, lo más recomendable es utilizar el calostro de otra vaca y si esto tampoco llega a ser factible, es necesario utilizar suplementos comerciales que son diseñados para este fin.
En el periodo inicial, donde el ternero depende netamente del calostro, la alimentación debe basarse en sustitutos lácteos de alta calidad que proporcionen los nutrientes que necesita el animal para su crecimiento. Asimismo, es crucial en esta etapa ofrecer agua fresca y desinfectada desde la primera semana de vida para evitar llegar a una deshidratación y poder fomentar el consumo de alimentos sólidos en etapas posteriores.
De igual manera, a partir de la tercera semana de nacimiento, según expertos veterinarios es recomendable empezar a introducir pequeñas cantidades de alimentos sólidos, como concentrado o heno de una buena calidad, para empezar a estimular el desarrollo del rumen y preparar al ternero para el destete. No olvide que esta transición debe ser gradual y vigilada para asegurar que el sistema digestivo del animal se adapte de la mejor manera.
Por otro lado, es clave proporcionar un espacio limpio, seco y confortable para el bienestar del ternero huérfano. Tenga en cuenta que el lugar donde va a estar el ternero debe protegerlo de cualquier condición climática adversa, pues esto va a minimizar el riesgo de contraer cualquier infección. Igualmente, debe implementar un plan sanitario en el que se incluya vacunación y desparasitación, según las recomendaciones que proporcione el veterinario.
Finalmente, es importante la compañía diaria debido a que esta permitirá el bienestar del animal tanto anímico como físico, al detectar signos de enfermedad o malestar de forma oportuna y el contacto regular con el animal, también contribuye a una mejor socialización y adaptación con el entorno, aspectos que son fundamentales para su desarrollo integral.