El estatus sanitario ya tiene efecto en alza de las exportaciones de carne con corte a junio
Ayer, además de conocer el dato de variación anual del PIB que se desplomó 15,7% en el segundo trimestre, el Dane también resaltó que en el caso del crecimiento económico del agro para este periodo, el indicador subió 0,1% anual.
Pese a que la variación fue una de las pocas positivas de toda la economía, las actividades del campo se vieron perjudicadas especialmente por una caída en los ingresos de la ganadería. Y es que durante la crisis el consumo de carne bovina ha caído por la baja de ingresos de las personas que buscaron sustitución de proteínas.
Sin embargo, el presidente de Fedegan, José Félix Lafaurie, dijo que “se viene presentando una compensación con mejores números que hay en la exportación de carne”. Algo que se ve luego de que entre enero y junio se enviaron al exterior 14.254 toneladas que corresponden a US$51,1 millones.
La cifra es clave para el gremio, pues por un lado al compararlo con el primer semestre de 2019, representa 50% más en cantidad, y 48% mayor en lo que se pagó por ese producto.
Pero de otro lado, para los productores son las primeras señales de haber recuperado el estatus sanitario como país libre de aftosa en febrero. “Sin esa certificación no se habrían podido haber negociado con otros países los nuevos volúmenes de carne”, agregó Lafaurie.
Precisamente, la Oficina de Investigaciones Económicas del Fondo Nacional del Ganado (FNG), administrado por Fedegan, reportó que esas ventas por más de US$51 millones del semestre corresponden a 70% de lo que se logró durante todo el ejercicio de 2019.
Por eso mismo es que el gremio estima que se debería estar superando nuevamente ese margen que no se ve desde hace más de tres años, de unas exportaciones de carne bovina por arriba de US$100 millones.
Los principales clientes de la carne colombiana son los que confiaron en la producción local incluso antes de hacerse oficial la recuperación del estatus, como es el caso del Líbano, que fue el país que más ha demandando producto con 2.837 toneladas por US$11 millones.
Ese listado de clientes más valiosos hasta ahora para la ganadería lo complementa Jordania con pedidos por US$8,7 millones, y Rusia con casi US$7 millones a junio.
La situación también es buena para los ganaderos, no solo para los que están dedicados a la comercialización de los cortes ya tratados, pues el gremio también reportó que hay crecimientos destacados en lo que tiene que ver con animales vivos.
En los primeros seis meses del año se negociaron 132.281 cabezas que aportaron movimientos por US$70,1 millones, superior a 75.370 animales que se exportaron en el primer semestre de 2019, por casi US$56 millones.
“Aquí uno ve lo valiosos que son esos mercados que están confiando en la ganadería nacional como Irak que es el que más pide cabezas, igual que Egipto, Jordania y Líbano”, resaltó César Forero de la Central Andina de Carnes. El ejecutivo se refiere a esos cuatro países que fueron responsables por esa carga de US$70 millones.
La caída en el consumo de carne no solo se ve con la local, sino también la importada (la mayoría premium). A mayo de 2019 habían llegado al país 10.269 toneladas y al mismo mes de 2020 fueron 2.262.