Este es el proceso y todo el equipo que necesario para tener un caballo campeón
La grandeza del Caballo Criollo Colombiano, reconocido mundialmente por su suavidad, hermosura y docilidad, en sus cuatro andares (Trote y galope, Trocha y galope, Trocha y Paso Fino) no se construye únicamente sobre la genética ni la belleza del ejemplar. Detrás de cada ejemplar que sale a pista y triunfa existe un trabajo silencioso, meticuloso y altamente profesional que comienza desde antes de nacer y se refleja en la competencia. Lograr que un caballo se convierta en campeón es el resultado de la articulación de un equipo multidisciplinario que combina conocimiento, técnica, ciencia y pasión.
“Lo primero, es que todo debe estar basado en el conocimiento y en el estudio. Cada persona que ejerza alguna de las funciones que requiere un criadero, para el manejo de caballos, debe ser idóneo, capacitado en los diferentes niveles de formación como especialista, técnico, tecnológico, profesional y, por supuesto, en lo médico”, asegura Patricia Vásquez Posada, criadora y propietaria del Criadero Villa del Suroeste.
En este cometido, la medicina veterinaria es pilar fundamental para alcanzar el máximo potencial de los ejemplares. Hoy esta ciencia integra ramas especializadas que van más allá de la medicina clínica tradicional. Su especialización va desde el diagnóstico temprano mediante ecógrafos y rayos X hasta software para monitoreo del desempeño.
Es por eso que la tecnología es aliada esencial para mantener a los caballos en óptimas condiciones. Además, la química farmacéutica aporta tratamientos avanzados que preparan el organismo para las competencias, mientras redes de investigación internacionales permiten aplicar terapias innovadoras como acupuntura, masajes, terapia electromagnética y contrastes de temperatura. Igualmente, la medicina veterinaria deportiva gana terreno en universidades colombianas, fortaleciendo la prevención y recuperación.
Un equipo de primera...
El desempeño de un ejemplar ganador no es producto del azar. Es la suma de esfuerzos coordinados: el propietario o criador lidera la inversión y toma decisiones estratégicas; el entrenador diseña rutinas físicas y técnicas; el montador establece la comunicación en pista; el veterinario garantiza la salud y el herrador optimiza la pisada. La nutrición es clave: se diseñan dietas balanceadas que combinan forraje, concentrados y suplementos. Cuidadores y auxiliares atienden el día a día, mientras fisioterapeutas aplican masajes y terapias láser o ultrasonido. Incluso se consultan asesores externos guían al equipo para cumplir con la reglamentación de Fedequinas.
Todo este trabajo se refleja en la pista. En Colombia, cada año, se realizan cerca de 180 exposiciones de Grado A y B. Competencias como la Copa América, la Mundial, la Expo Nacional Equina y la Expo Internacional Feria de las Flores son los escenarios donde la excelencia se consagra y se define la ruta genética y comercial de la raza del Caballo Criollo Colombiano. Más allá de ganar títulos, contar con equipos profesionales fortalece la industria equina nacional, impulsa la reputación internacional y abre puertas a la exportación.
Todo esto enmarcado en el bienestar animal, que es un punto que es cada vez más relevante. Por eso se implementan técnicas de recuperación y manejo ético que garantizan que el rendimiento sea sostenible y el caballo sea tratado como un atleta de elite. La leyenda del Caballo Criollo Colombiano se escribe con ciencia, tecnología, formación continua y cooperación de expertos. Detrás de cada campeón hay un engranaje donde todos trabajan con un objetivo común: elevar la raza y mantener viva la tradición que es orgullo nacional.
Fedequinas resalta a los montadores
Fedequinas inició en 2021, con el Ministerio de Trabajo, el trabajo para reconocer 1.270 montadores y se certificaron en su oficio. Además, en 2022, en un convenio con MinAgricultura, para capacitar oficios ligados al Caballo Criollo Colombiano enfocado en el adiestramiento y en el entrenamiento para las diferentes competencias. En este convenio se capacitaron 850 personas en cinco zonas del país.