El mercado de los búfalos crecería más de 400% en 2027, con 1,6 millones de cabezas
De los 409.141 búfalos que había en Colombia en 2019, de acuerdo con las estadísticas que manejan entidades como Asobúfalos y Fedegan, las proyecciones indican que en 2027 serán más de 1,6 millones de cabezas, es decir un incremento de 406%. No solo eso: comparando esos mismos años, las producciones de leche y de carne, en toneladas, crecerán un 421% y 204%, según las mismas estimaciones.
Este panorama, en palabras de Claudia Patricia Roldán, presidenta de la Asociación Colombiana de Criadores de Búfalos (Asobúfalos), demuestra el fortalecimiento que en los años recientes ha tenido este sector, y la oportunidad que los productores le han dado a este animal, teniendo en cuenta su versatilidad y la multiplicidad de propósitos que ofrece.
“El búfalo tiene unas características que conquistan al productor: no solo se desempeña muy bien en tierras en los que el ganado vacuno difícilmente subsiste, como las tierras inundables o humedales, sino que se adapta a todos los otros terrenos, y tiene una gran capacidad de conversión de alimentos, que lo hace muy rentable”, agregó Roldán.
En su concepto, los incrementos tanto en los inventarios como en la producción de leche y de carne se deben, además de los atributos ya mencionados, a algunas actualizaciones normativas, como la inclusión que se hizo hace algunos años de los búfalos en el registro único de vacunación (RUV), que permitió identificar de forma más clara cuántos animales eran vacunados y cuáles eran sus categorías, y la determinación que tomó el ICA de agregar la especie bufalina en sus decretos.
“Si bien los búfalos son parte de los bovinos, había una confusión por parte de algunos funcionarios respeto a su existencia, y a partir de esa decisión del ICA, se hizo una lectura más fácil de su caracterización en el país”, acotó.
La rentabilidad de la producción de búfalos en Colombia está garantizada por la longevidad, la precocidad y la rápida adaptación que tienen estos animales.
“Si a esto le sumamos que tiene una mayor conversión de todos los alimentos que consumen, que les permite adquirir más peso, y que las hembras pueden quedar preñadas a una edad más temprana y con intervalos más cortos entre partos, lo convierten en una especie muy rentable”, expresa.
Andrés Felipe Pérez, magíster en Salud y Producción Bovina, afirmó que hace quince años el sector bufalino soñaba con estar en la posición en la cual hoy se encuentra. “Su crecimiento es más acelerado que la de los vacunos, lo cual ayuda a que haya una muy buena dinámica tanto de carne como de leche”.
La diferencia nutricional entre la carne y leche de búfalo respecto a la del vacuno es grande. “La carne tiene 40% menos colesterol y 30% más minerales. Un búfalo se sacrifica entre los 18 y 24 meses con un peso de 470 kilos, y ha pasado siete meses por un proceso de ordeño con su mamá, mientras que en un vacuno está llegando a frigoríficos de los 32 a los 36 meses”.