Dinamarca implementará impuestos por las emisiones de vacas y cerdos
Dinamarca está próximo a ser el primer país en implementar un impuesto a las emisiones de vacas y cerdos en el mundo, lo que busca que agricultores puedan reducirlo en sus hatos respectivos. Más que esperar un ingreso, el gobierno espera reducir o compensar las emisiones del ganado con el uso de aditivos y alternativas de pesticidas.
Pero esta no es la primera vez que se habla del impuesto en Dinamarca, pues el año pasado el gobierno danés ya había manifestado su interés y en 2022 Nueva Zelanda había anunciado un plan similar, pero que fue detenido por protestas del sector agricultor. Entonces, la propuesta consiste en establecer una pena para cada tonelada de dióxido de carbono por la cría de vacas y cerdos desde 2030.
Esta es una de las iniciativas con las que el gobierno espera reducir 70% las emisiones con respecto a los niveles de 1990, que además cuenta con incentivos para la implementación de tecnologías para el control de la contaminación en el país. A esto se le suman las inversiones gubernamentales, que incluyen al aditivo Bover de DSM Firmenich AG, que reduce la producción de metano.
Así mismo, se invierten US$1.600 millones en pirólisis, una tecnología para convertir el estiércol en energía y fertilizantes. Con esto se espera incentivar a la comunidad a la creación de nuevas tecnologías, lo que se puede ver dificultado por los plazos y periodos de espera de la Unión Europea. Aún se tienen cinco años para que el impuesto empiece a funcionar, tiempo suficiente para establecer estrategias para la contabilización de emisiones.
De acuerdo con Econlife, las vacas expulsan metano al aire con una frecuencia de 60 a 90 segundos. Se espera que para 2030 el impuesto sea de US$300 por tonelada, y para 2035 es posible que se duplique. Esto va de la mano con una desgravación fiscal de 60%. Es importante reconocer que existen algunas maneras de combatir o reducir las emisiones, entre estas las máscaras comercializadas por agricultores europeos, que absorben el metano y lo convierten en dióxido de carbono.