Descubren nueva especie de bromelia en los Farallones de Cali: nace ya en peligro crítico
Biodiversidad

Descubren nueva especie de bromelia en los Farallones de Cali: nace ya en peligro crítico

A 3.500 metros sobre el nivel del mar, en lo alto del Parque Nacional Natural Farallones de Cali, científicos colombianos hallaron una nueva especie de bromelia que ya enfrenta graves amenazas
Colprensa
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En las últimas horas la agencia de noticias de la Universidad Nacional publicó un hallazgo muy importante por expertos de ese centro educativo. A 3.500 metros sobre el nivel del mar, en lo alto del Parque Nacional Natural Farallones de Cali, científicos colombianos hallaron una nueva especie de bromelia que ya enfrenta graves amenazas. Se trata de Puya farallonensis, una planta de flores blancas a amarillas que solo habita en un pequeño parche de páramo, y que podría ser clasificada como “en peligro crítico” debido a la minería ilegal en la zona.

El hallazgo tuvo lugar en el Alto del Buey, un sector de páramo dentro del parque, la mayor área protegida del Valle del Cauca. Este ecosistema abarca desde selvas húmedas a nivel del mar hasta páramos que superan los 4.000 metros, y su aislamiento lo convierte en una provincia biogeográfica única, hogar de especies exclusivas de la cordillera Occidental.

El descubrimiento fue oficializado por la revista científica Nordic Journal of Botany, que publicó la descripción de esta nueva especie, la cual no solo enriquece la biodiversidad colombiana, sino que también es clave en la dieta de especies como el oso andino, y en el sostenimiento de otras formas de vida del páramo. Las puyas, además, son consideradas “especies sombrilla”, ya que muchas otras dependen de ellas.

El botánico Julio Betancur, profesor del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia, fue quien lideró la expedición. Su objetivo inicial era verificar la presencia de Puya occidentalis, una especie registrada en los años 40. Sin embargo, al llegar al Alto del Buey como parte del programa Colombia Bio, se encontró con una planta completamente distinta.

“Fui a buscar la P. occidentalis y me encontré con otra especie nueva para la ciencia; fue un hallazgo inesperado”, relató Betancur.

Con su experiencia en el estudio del género Puya, supo de inmediato que estaba ante una especie inédita. Más adelante, al revisar colecciones históricas, confirmó que un ejemplar recolectado en los años 40 y atribuido erróneamente a P. occidentalis en realidad correspondía a esta nueva especie, cerrando así un capítulo pendiente en la botánica colombiana.

Esta es la Puya farallonensis

Puya farallonensis se diferencia por su tamaño más reducido, inflorescencias compactas y el peculiar color de sus pétalos, que van del blanco al amarillo, una rareza en un género dominado por tonos azulados y verdosos. En Colombia, solo otra especie, P. ocroleuca, presenta flores claras.

Hasta ahora, esta nueva especie solo ha sido localizada en una única población en el Alto del Buey. Esa distribución tan limitada la hace especialmente vulnerable. Como aclaran los investigadores, no se trata de un solo individuo, sino de que toda la especie está confinada a ese pequeño sector del páramo.

El proceso de validación científica fue riguroso: cada planta recolectada se analizó minuciosamente, desde la forma de sus espinas hasta las medidas de sépalos y pétalos. La descripción también tuvo que cumplir con los criterios internacionales de taxonomía, incluyendo el nombre en latín, una diagnosis detallada y el depósito de un espécimen tipo en un herbario oficial.

Una nueva especie que ya está en riesgo

A pesar de habitar un parque nacional, la supervivencia de P. farallonensis está en peligro. La minería ilegal de oro ha deteriorado el suelo y amenaza con destruir el frágil equilibrio del ecosistema. Por motivos de seguridad, los investigadores fueron acompañados por guardaparques y soldados de un batallón de alta montaña durante la expedición.

Por ello, los científicos recomendaron su inclusión como especie “en peligro crítico” en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), el principal referente global sobre el estado de conservación de las especies.

“La mejor medida es simple: dejar el páramo en paz. Que no haya minería, ni cultivos, ni ganado. En ecosistemas tan frágiles, cualquier intervención humana puede ser fatal”, enfatiza Betancur.

El descubrimiento de esta nueva bromelia revela que incluso en zonas relativamente conocidas, como los páramos de los Farallones, aún hay biodiversidad por descubrir. Al mismo tiempo, es una advertencia clara sobre los riesgos que enfrenta este ecosistema vital para la producción de agua y el sustento de especies emblemáticas como el oso andino.

 

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