Conozca por qué la genética es un tema clave y prioritario en la ganadería moderna
El adecuado manejo de la genética es una de las claves más determinantes de la ganadería moderna con tan altos estándares de producción y correcta utilización de los recursos.
Desde ejemplares más resistentes al medio ambiente y a las enfermedades, mejores ganancias de peso, de producción lechera y de crías, menos consumo de alimentos y suplementos, hasta conservación de razas y líneas en peligro de extinción son objetivos que se logran con la aplicación de las técnicas genéticas.
Desde la primera mitad del siglo pasado, la genética es una de las herramientas fundamentales para la mejora de la calidad y productividad de la ganadería. Colombia no es ajena a esta posibilidad y el hato ganadero nacional se ha beneficiado de los grandes adelantos científicos que tiene el gremio, en especial desde las décadas 70 y 80 del siglo pasado.
La genética permite crear animales más rentables, con ganancias de peso en menos tiempo y con insumos más controlados, mejores conversiones y más rendimiento en canales de carne y producción de leche. El objetivo principal de un programa de mejoramiento genético en bovinos es elegir los ejemplares con mayor potencial genético como las cabezas reproductoras del hato.
Por eso, basados en las características morfológicas del animal, en su “árbol genealógico” (razas, familias, procedencias) y en su historial estadístico de consumo, ganancia y producción, se deben elegir los aspectos en los que se desea mejorar,
Tras rigurosos estudios de las líneas genéticas de los animales y sus índices de productividad y utilizando técnicas como la inseminación artificial, la fecundación in vitro y la selección asistida por marcadores genéticos, los ganaderos pueden reproducir en las siguientes generaciones características deseables de sus hatos de una manera más rápida y segura, para así asegurar que los índices de producción no solo se mantendrán, sino que incluso podrán mejorar.
Durante el proceso de selección se deben definir factores genéticos como la composición de raza y fisionomía de los animales, de sus padres y abuelos y de los factores de entorno como manejo nutricional, cuidados sanitarios, aspectos reproductivos, etc.; y efectos ambientales como el tipo de finca, el clima y la época del año.
Otro de los grandes beneficios de la genética aplicada a la ganadería es el blindaje de hatos y/o líneas a enfermedades de diversos tipos. Con la herencia que pasan los progenitores hacia su descendencia, se pueden transmitir la resistencia natural a enfermedades que puede transmitir a partir de los genes de las madres y/o padres a sus crías.
Otra utilidad del mejoramiento genético es el cruzamiento, en el cual se mezclan ejemplares de razas o líneas diferentes para sacar de ellos lo mejor que tienen y forman ejemplares con nuevas líneas que tengan mejores cualidades.
En términos generales, la genética ya se aplica en la mayoría de las ganaderías de alta calidad en el país. El reto del Ministerio y gremios como Fedegán es que esa tecnología ayude también a medianos y pequeños productores, cuyos hatos necesitan mejorar ostensiblemente los niveles de producción.
Clave en la conservación de razas autóctonas
Quizás una de las utilidades más interesantes de la genética es su papel indispensable en la conservación de razas autóctonas. en el caso colombiano, ha sido fundamental no solo para mantener los hatos de las razas criollas, si no mejorar sus estándares de productividad. la adaptación que tienen estas razas a ambientes específicos se debe a características genéticas únicas y solo con la ciencia de la inseminación artificial y otras prácticas de la genética se ha minimizado la amenaza de desaparición por escaso número de ejemplares, o falta de interés del gremio ganadero.