Conozca el gusano barrenador y como este representa una amenaza para ganadería
A lo largo de los años, la ganadería se ha visto enfrentada a diferentes desafíos sanitarios, como es el caso de la fiebre aftosa. Sin embargo, existen alarmas frente al resurgimiento del gusano barrenador, que se creía erradicado hace mucho tiempo, poniendo en riesgo la salud del ganado y la economía del sector.
Es conocido como un parásito o una larva, que recibe el nombre de Cochliomyia hominivorax. Su contagio es por medio de las moscas hembras, que suelen depositar sus huevos en heridas abiertas como cortes, rasguños, heridas umbilicales de recién nacidos o lesiones causadas por alambres de púas. Su capacidad infecciosa es preocupante, pues en cuestión de horas estos huevos eclosionan y las larvas comienzan a alimentarse del tejido vivo del animal, pudriendo así la carne y causando lesiones severas.
Las consecuencias por esta infección son peligrosas, ya que las larvas no solo agravan las heridas existentes, sino que también atraen a más moscas, manteniendo el ciclo de infección de manera constante. Si no se llega a tratar a tiempo esta situación, es posible que el animal infectado pueda sufrir infecciones secundarias, pérdida de peso, disminución en la producción de leche y, en casos extremos, la muerte.De la población bovina, los que son más vulnerables son los terneros recién nacidos por sus heridas umbilicales que suelen atraer a las moscas.
Como dato importante se ha demostrado que estas infecciones en terneros, a futuro, pueden afectar su tasa de crecimiento y sus dificultades en la ganancia de peso, lo que afecta directamente la rentabilidad del sector ganadero. A finales de 2024 se reportó un preocupante resurgimiento del gusano barrenador en países centroamericanos como Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras y Guatemala, con más de 40.000 animales afectados, que se traduce en pérdidas millonarias.
Las medidas de prevención y control más oportunas van desde la higiene y la curación de heridas, especialmente en los ombligos de los recién nacidos.Cualquier lesión debe ser tratada de inmediato con productos insecticidas que prevengan la oviposición de las moscas.
El control químico es otra medida preventiva y curativa; se recomienda aplicar tratamientos locales sobre heridas susceptibles, aunque su efecto es residual, por lo que su modo de uso debe ser racional para no generar resistencia al producto. La vigilancia y el monitoreo pueden ayudar a tomar medidas a tiempo y de esta manera evitar la propagación de la plaga.
Solo a través de una acción coordinada y la implementación de prácticas preventivas se podrá proteger la salud de los bovinos y garantizar la sostenibilidad del sector, todo con el fin de que no se expanda por el mundo. La colaboración entre productores y autoridades es esencial para enfrentar esta problemática.