Evite episodios de estrés a través de la ejecución de un plan de destete en bovinos
Una de las etapas más importantes en la fase de vida de los bovinos es el proceso del destete, que marca el final de la crianza y el inicio de la etapa de levante. Es clave conocer sus generalidades para que no se provoquen frecuentes episodios de estrés que involucren el desarrollo productivo del hato.
Cuando nos referimos al destete, hablamos sobre la separación de las crías de su madre para que, además de iniciar su etapa de crecimiento, pasen a tener una alimentación diferente a la que traían desde su nacimiento.
Según Somex, empresa dedicada a la producción y a la comercialización de premezclas y suplementos minerales para el consumo animal, un destete tradicional y recomendado en bovinos se da entre los ocho y nueve meses. “Su postergación afectaría el proceso de gestación y disminuiría el porcentaje de preñez del hato a futuro”.
Una de las claves para llevar a cabo con éxito este proceso es definir el tipo de crianza que el animal ha tenido, es decir, si ha estado con una lactancia natural o asistida. De esto dependerá que la transición no comprometa la vida del ternero.
“En animales de carne en fincas ganaderas, donde los terneros hacen el proceso de lactancia y cría con sus madres en lotes de vacas paridas, se deben definir parámetros claros para destetar los animales, siempre con criterios técnicos y con el acompañamiento de un profesional”, precisó Ricardo Arenas, responsable de Cadenas, Asistencia técnica y Extensión de Fedegan, en su Manual Práctico Ganadero.
Para Arenas, es clave saber la edad del animal, su peso y la relación con los estándares de la raza. Para terneros alimentados de manera asistida, se debe incluir el consumo diario de materia seca, pues se convierte en un indicador de si su dieta puede depender del consumo de pasto y suplementos.
“En la etapa de crianza o lactancia, los animales desarrollan su capacidad de rumiantes poligástricos, debido a que, al nacimiento, su fisiología es monogástrica, y son dependientes de la leche materna de manera exclusiva para su alimentación”, añadió.
Con el fin de evitar un retraso en la transición a la etapa de levante, existen técnicas que impiden que el animal siga alimentándose de su madre. Dentro de ellos están los dispositivos nasales destetadores que obstaculizan el acceso del ternero a la leche materna, sin que sea necesario separar a los animales.
“Otra opción es separar, por algunos días, los terneros a destetar de manera física de sus madres, bien sea en corrales donde deben tener agua y comida suficiente para luego ubicarlos en potreros separados de las vacas de cría y dar inicio allí a su etapa de levante”, aclaró.
En el destete de animales criados con lactancia artificial que, normalmente, se da entre los cuatro y cinco meses, existe la suspensión drástica del suministro de leche o la reducción del volumen de leche otorgada de manera progresiva, sin embargo, es importante que se le brinden suplementos que sustituyan la leche que dejan de recibir.
Una de las consecuencias inminentes que trae la separación de las crías de su madre es que, posiblemente, va a identificar que los terneros gramen por uno o dos días, además que su comportamiento sea intranquilo, por ello, se debe procurar por estar pendientes de ellos y brindarles la comida y agua necesaria.
“Al momento del destete se recomienda realizar una desparasitación completa de los terneros. En ganaderías de cría frecuentemente se aprovecha este proceso para desparasitar y bañar a las madres también. Igualmente, debemos pesar los animales y registrar su peso en los registros de la finca, esto nos permitirá, no solo llevar un control sobre el crecimiento mismo del animal, sino que nos ayuda a evaluar la habilidad materna de los vientres de cría”, recalcó.