Acciones que deberá implementar para evitar la pérdida dental total de su caballo
La salud dental es parte fundamental para asegurarle una buena calidad de vida a los animales. En los equinos, gozar de una excelente dentadura no solo incidirá en su rendimiento, sino que le ayudará a digerir de forma adecuada el alimento del que precisan para nutrirse, lo que se representará en años más de vida.
Un caballo adulto tiene, por lo general, de 36 a 40 dientes. Según la Asociación Americana de Practicantes Equinos, Aaep, por sus siglas en inglés, “los equinos han evolucionado en animales de pastoreo, y sus dientes están perfectamente adaptados para tal propósito”.
Por su naturaleza, cuentan con dientes frontales o incisivos con superficie plana curvados para cortar el forraje. Además, aquellos ubicados dentro de las mejillas como los molares y premolares, cumplen la función de triturar y amasar los alimentos antes de ser digeridos.
Aunque, normalmente, se desconocen los estrictos cuidados que se deben tener, es menester realizar revisiones constantes a cada diente con el fin de determinar la existencia de alguna enfermedad subyacente en el caballo.
Unos de los problemas más frecuentes en la dentadura de los equinos es el desgaste excesivo, así como los dientes anormalmente largos, infecciones de las encías, dientes de leche retenidos o heridas generadas por el roce constante con el freno, que pueden provocar su pérdida total.
Para aliviar estos malestares y evitar que desencadenen en afecciones adversas que comprometan de forma definitiva la salud del animal, es clave implementar buenas prácticas de alimentación, así como mantenerlos en lugares seguros con los suministros necesarios para su desenvolvimiento.
Según Bernardo Reyes Bossa, médico veterinario zootecnista de la Universidad de Córdoba, magíster y especialista en medicina de equinos, se debe procurar por otorgarles una dieta balanceada con el fin de que mantengan una salivación normal para su buen funcionamiento.
“La salud dental de los caballos se debe cuidar, primero que todo, realizando buenas prácticas de alimentación. Si los animales están estabulados deben de tener suficiente cantidad de fibra en la pesebrera a una altura y presión adecuada, para que se puedan estimular todos los procesos de salivación”, resaltó Bossa.
Además de ello, es fundamental realizar profilaxis dentales cada tres meses, en las cuales se realice una limpieza estricta del sarro acumulado, así como la detección temprana de algunas patologías de manera oportuna para dar una solución rápida y evitar posibles consecuencias desfavorables.
“Es importante consultar con un especialista para que realice los procedimientos necesarios entorno a la eliminación de aristas y puntas de esmalte, acciones claves para prevenir la pérdida dental”, concluyó el especialista.
Una dentadura descuidada es un sinónimo de futuros problemas que pueden provocar una serie de trastornos alimenticios, que originan tanto afecciones gastrointestinales como estrés producido a causa de las molestias generadas. Es decisivo no dejar a un lado su higiene básica y sus contantes chequeos por parte de un experto médico, para no caer en pérdidas económicas.