¿Cómo afecta la pandemia actual a los caballos de pista y qué medidas debe tomar?
En época de cuarentena en la que las ferias del país fueron suspendidas, los criaderos deben tomar medidas con sus caballos de pista, pues, al ser considerados atletas de alto rendimiento, las estrategias en su cuidado deben cambiar para adaptarse a la situación.
Los caballos de pista requieren monitoreos y cuidados especiales con cierta periodicidad, uno de ellos, y tal vez el más importante, es la alimentación, ya que por su alto desgaste de energía los caballos deben tener una dieta balanceada.
Si el ejemplar no está compitiendo, es primordial cambiar y buscar una nueva estrategia de alimentación y entrenamiento, en el caso de estos caballos su dieta es alta en carbohidrato y proteína (proporciona energía), pero si no tienen en dónde gastarla, el periodo de cuarentena terminará por afectarlos.
“Si la dieta no se cambia, los caballos pueden subir de peso a volúmenes que no son saludables y sufrir cambios en su anatomía, mermar raciones de proteína o cambiarlas por alimentos ricos en fibra como el heno u otros pastos deshidratados, sería lo ideal para situaciones de quietud”, enfatizó Lucas Londoño Montoya, director de Asdesilla.
Además, de un montador, un caballo de pista requiere de especialistas como fisioterapeutas, médicos veterinarios, odontólogos, herreros, atenciones que de no ser proporcionadas con regularidad afectarán el desempeño del ejemplar.
Por otro lado, no todos los caballos tienen la posibilidad de acceder a una actividad física o un entrenamiento idóneo en esta cuarentena. Muchos de ellos deberán permanecer en sus pesebreras la mayor parte del tiempo, lo que hace más delicada la situación para estos atletas equinos.
“Los caballos poseen miembros muy grandes que, al no estar en constante movimiento, producen ácido láctico que acumulado origina una enfermedad llamada rabdomiólisis, condición muscular que puede generar estrés y problemas de comportamiento en el ejemplar”, explicó Alejandro García Moreno, médico veterinario especialista en reproducción equina de la Universidad de Antioquia.
Actividad física y movimiento muscular
Un caballo tiene en promedio 18 horas de actividad física al día. Son animales en constante movimiento, por ello si no se tiene la posibilidad de un montador diario, se recomienda soltarlos escalonadamente en potreros para que realicen actividad física y movimiento muscular por su cuenta y que a su vez reciban las vitaminas del sol.
Variaciones en la alimentación y dieta
Es importante pensar en el caballo como ser, en su disminución del ritmo de trabajo, por lo tanto, bajar la carga energética y hacer variaciones en su alimentación se vuelve fundamental, remplazar el concentrado por forrajes más naturales con fibras cortas y deshidratadas, también se puede cortar pasto fresco dejarlo reposar un día y luego darlo al animal.
Mantener o establecer nuevas rutinas
Para un caballo perder su rutina desencadena estrés y otras enfermedades relacionadas con su funcionamiento digestivo y motriz. Es importante mantener los pequeños rituales que se ayuden a reducir esto, tales como: cepillarlo, bañarlo, limpiarle las pesebreras, pasearlo así sea alrededor de los establos, si no se tiene potrero donde soltarlo, etc.
Evitar y controlar los vicios de pesebrera
Debido al tiempo que pasan encerrados en los establos, los caballos tienden a desarrollar “vicios de pesebrera” como tragar aire, patear, rascarse la cola, morder madera, ladrillo o cualquiera objeto que encuentren cerca, se debe hacer constante supervisión para evitar dichos vicios porque estos desencadenan enfermedades digestivas.
Hacer una reintegración gradual y progresiva
Una vez retirada la cuarentena la reintegración a las actividades físicas y a las pistas de competencia deben hacerse de manera gradual y progresiva, muchos ejemplares extrañan las pistas y al volver el comportamiento cambia, otros por otro lado se toman un descanso y les cuesta volver a su normalidad, toma entre dos y tres meses recobrarlo completamente.