Así funciona la congelación de embriones para la reproducción de su hato bovino
La biotecnología al servicio de la ganadería moderna encuentra cada vez más campos de acción, no sólo para el mejoramiento genético, sino para el aumento de la producción y ganancias económicas.
La congelación de embriones para la reproducción bovina es una de las técnicas de inseminación en crecimiento en la ganadería de alto rendimiento.
Tras más de una década de investigaciones y apenas dos años de liberada la técnica para la comercialización, cada vez son más los laboratorios públicos y privados que ofrecen estos servicios y el apoyo en investigación gubernamental para desarrollar este beneficio para la ganadería nacional.
En Colombia, es cada vez más común la técnica de la congelación de embriones en regiones como el Centro, Antioquia, la Costa Atlántica y los Llanos Orientales. Lecherías tropicales en el Magdalena, Cesar, Córdoba y los Llanos han mostrado mayores beneficios trabajando con holstein y cebuínos.
Para Juan Felipe Martínez Rocha, investigador máster senior y coordinador de laboratorios de reproducción animal de Agrosavia, “a nivel mundial, en 2017, la producción en el mundo de embriones bovinos in vitro superó la producción de embriones “in vivo”, por superovulación. En Colombia es una práctica que está avanzando, pero le falta camino por recorrer y aún estamos lejos de países como Brasil y Argentina, que son líderes a nivel regional”.
Diversos laboratorios comerciales ofrecen el servicio de la formación del embrión con un costo que oscila entre $90.000 y $210.000 cada uno, costo que incluso puede variar dependiendo de muchos factores como la disponibilidad de personal y equipos especializados, el material genético utilizado y las necesidades de congelación.
“Una vez se hace la fertilización, se requieren aproximadamente siete días de cultivo del embrión en los que este hace su división celular y empieza a desarrollar sus estructuras. Al día siete se revisa y si están bien, se clasifican y se realiza el proceso de congelación”, explicó Martínez Rocha.
Tal como se hace con la conservación de las pajillas, los embriones se almacenan en nitrógeno líquido y se podrán implantar cuando se tenga dispuesto un grupo de receptoras, bien sea por personal técnico que visita la finca o si allí se tiene una persona entrenada para trabajarlo con celos naturales como si se estuviera inseminando.
Sin lugar a duda, la transferencia genética con más precisión y rapidez son los principales beneficios de la congelación de embriones bovinos para reproducción. La capacidad de aumentar la mejora genética recorta tiempos y asegura los objetivos en materia productiva.
“La transferencia y congelación de embriones es una biotecnología que tiene como finalidad aumentar el número de crías de una vaca de alto valor genético”, dijo Carlos Santiago Escobar, PHd en ciencias animales y profesor de la Universidad Católica del Oriente.
Según el experto, normalmente una vaca puede tener una cría por año, es lo máximo, “mientras que por esta tecnología puede desarrollar hasta seis o siete embriones gestándose dentro de su vientre”.
Cabe resaltar que una de las claves está en la cadena de congelamiento, ya que, si se cumplen las características primordiales, los embriones se pueden mantener de forma indefinida en los termos hasta que sean adquiridos por algún ganadero.
Es clave el proceso de congelación
Una vez el embrión está maduro, el procedimiento de congelación se inicia con un proceso de descenso en la temperatura hasta por debajo de los -30 grados centígrados, utilizando para ello unas neveras especializadas.
Una vez se alcanza esa temperatura, ya se pueden transferir a los termos con nitrógeno líquido donde deberá estar a -196 grados centígrados permanentemente. Los embriones congelados se pueden mantener en un termo o en un crio tanque.