Apicultura, educación y sostenibilidad, el impacto que tiene Polinizando Ando
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Apicultura, educación y sostenibilidad, el impacto que tiene Polinizando Ando

El concurso reconoce a quienes protegen la biodiversidad y promueven la apicultura sostenible en cinco regiones del país, ampliando su impacto en comunidades rurales
Colprensa
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En un país donde la biodiversidad florece en cada rincón, Polinizando Ando se consolida como una de las iniciativas más importantes del sector privado colombiano. Impulsado por Carval y su compromiso con la sostenibilidad, el programa llega este año a cinco regiones, Antioquia, Cauca, Eje Cafetero, Nariño y Valle del Cauca, ampliando su impacto en comunidades rurales, instituciones educativas y asociaciones de apicultores que hoy reconocen el papel esencial de los polinizadores en la agricultura y la seguridad alimentaria.

Este 6 de noviembre, Carval celebrará la premiación del Concurso Polinizando Ando 2025 en el Museo La Tertulia de Cali, en un encuentro que reunirá a estudiantes, docentes, apicultores y aliados estratégicos para compartir experiencias, aprendizajes y reconocer a los ganadores de esta tercera edición. Durante la jornada se entregarán elementos de protección e insumos para fortalecer apiarios de hasta diez colmenas, impulsando la apicultura como una actividad sostenible y productiva.

El evento contará con una nutrida agenda pedagógica y cultural: recorridos guiados por el museo, charlas educativas sobre biodiversidad, stands interactivos y la proyección de historias que reflejan el impacto positivo del programa en las comunidades participantes.

“Cuidar a las abejas es cuidar la vida misma. Con Polinizando Ando seguimos formando conciencia sobre el papel de cada persona en la protección del entorno y en la construcción de una Colombia más sostenible”, afirmó Leonardo Cerro Torres, presidente de Carval.

En el planeta existen más de 20.000 especies de abejas, y se estima que Colombia alberga al menos 1.000, distribuidas desde el nivel del mar hasta los 3.400 metros de altitud. De ellas, más de 550 han sido identificadas científicamente, aunque los expertos calculan que el número real podría superar las 1.400 especies, ubicando al país entre los más diversos de Latinoamérica, junto con México y Brasil.

Este potencial convierte a Colombia en un centro estratégico para la polinización, proceso vital para la producción agrícola y la conservación de los ecosistemas. Más del 60 % de los cultivos alimentarios dependen de los polinizadores, que garantizan la calidad y la cantidad de productos como el café, el cacao, las frutas y las hortalizas.

En términos simples, las abejas y otros polinizadores son guardianes silenciosos de la biodiversidad, responsables de la reproducción de miles de especies vegetales y del equilibrio ecológico que sustenta la seguridad alimentaria mundial.

Lo que comenzó como una apuesta educativa local hoy se ha convertido en un movimiento que integra ciencia, formación y acción comunitaria. Polinizando Ando promueve la educación ambiental a través de concursos, talleres y programas académicos que impulsan prácticas agrícolas sostenibles y una relación más consciente entre las comunidades rurales y su entorno natural.

Desde su creación, el programa ha movilizado a más de 110 participantes, entre apicultores, docentes y habitantes rurales, y ha premiado a seis apicultores por su liderazgo y compromiso. Más allá de los reconocimientos, el programa ha fortalecido una red de aprendizaje colaborativo que impulsa el desarrollo rural sostenible.

Con más de seis décadas de trayectoria en el sector agroindustrial y pecuario, Carval reafirma su visión de sostenibilidad como un compromiso integral con el campo colombiano. A través de Polinizando Ando, la empresa demuestra que la transformación ambiental y social se logra con conocimiento, colaboración y propósito compartido.

 

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