Orden y medidas, claves para sostenibilidad acuícola y pesquera
Hablar de pesca y acuicultura en Colombia es reconocer la inmensa riqueza marina y continental de nuestras aguas, donde más de 300.000 hombres y mujeres han encontrado una oportunidad invaluable de desarrollo social y sostenibilidad.
Por esta y muchas otras razones me apasiono tanto por este sector y argumento con cifras su importancia. Tan solo en el último año, más de 65.000 pescadores y 1.700 acuicultores contribuyeron a su fortalecimiento gracias a los procesos de formalización que les permitió ejercer desde la legalidad. En 2021, la producción total de producto pesquero cerró con 300.163 toneladas aproximadamente, esto representa un crecimiento promedio de 7% en acuicultura y 12% en pesca, con respecto a 2020. Las exportaciones aumentaron en 2% pasando de 39.302 toneladas (2020) a 40.109 toneladas (2021). Destacar estas cifras es clave, pues lo que no se mide no se controla, y lo que no se controla no mejora.
Una de las misiones más importantes que tiene la Aunap en el marco de la administración y aprovechamiento responsable de los recursos marítimos y continentales, es la ordenación pesquera que establece una serie de normas y medidas en un periodo de tiempo específico para regular la actividad y hacerla sostenible en el futuro.
Esto se logra trabajando desde sus bases primarias, que incluye un esfuerzo importante en términos de organización y reglamentación sobre las tallas mínimas de captura, artes y métodos de pesca, definición de ciclos de vedas (espacial, temporal), cuotas de captura, zonas de reserva, limitación al acceso y al comercio de estas actividades en diferentes zonas y regiones con vocación pesquera, como son las cuencas del Pacífico, Caribe, Amazonia, Magdalena (Bajo Cauca y la Represa de Hidroituango), entre otros. Respecto a Hidroituango, destaco el “Cañón del Cauca”, impactado por la construcción de la hidroeléctrica, donde a partir de la contingencia de 2018 fue necesario caracterizar la dinámica pesquera y generar estrategias de manejo y protección para determinar las posibles afectaciones sobre el recurso pesquero y el factor socioeconómico.
Así, entre 2019 y 2020 caracterizamos a 3.090 pescadores artesanales en el área de influencia de la represa y en 2021 formalizamos a 1.156. Además, expedimos la resolución 0079 de 2022 que establece medidas de ordenación pesquera regulatorias para el desarrollo sostenible de la actividad en la cuenca media del Río Cauca, propendiendo por mantener, conservar y/o restablecer a las poblaciones pesqueras.
Hoy, reconocemos el compromiso de las 18 alcaldías involucradas, a los 669 asistentes, las más de 20 mesas de pesca y el apoyo de entidades como CorAntioquia, Fundación Humedales, Universidad de Córdoba y Empresas Públicas de Medellín, entre otros actores que fueron determinantes en este logro.
Es con hechos que seguimos trabajando por una acuicultura creciente y una pesca sostenible en beneficio de los amigos del río y del mar, firmes en nuestro propósito de generar mayor competitividad y sostenibilidad, más aún en este 2022 que ha sido designado por la FAO como el Año Internacional de la Pesca y la Acuicultura Artesanales (AIPAA), y donde he asumido el compromiso de ser un impulsador activo de la pesca y la acuicultura en pequeña escala a lo largo y ancho del país.