Producir el doble con la mitad de recursos...
Holanda es la segunda despensa agroexportadora más grande del mundo, después de los Estados Unidos, aun cuando el país norteamericano cuenta con 270 veces su superficie terrestre. Gran parte del éxito para alcanzar este admirable lugar por un país tan pequeño y densamente poblado se debe a que los holandeses en un proceso de co-creación entre el sector privado, la academia y el Gobierno, ejecutaron desde el 2.000 un pacto por la agricultura sostenible cuyo objetivo central en pocas palabras era producir el doble, con la mitad de recursos en 20 años. Y lo lograron, para 2017, sin llegar a “la edad adulta” este ambicioso plan (según la National Geographic) logró incrementar 10 veces la productividad bajo invernadero, reducir en 97% el uso de agroquímicos, en 50% el uso del agua y en 60% el de antibióticos.
El éxito de los holandeses demuestra que la inteligencia colectiva, la investigación aplicada, la innovación agroempresarial y el emprendimiento en tecnología y ciencias de la vida, enmarcados en agendas conjuntas, propósitos comunes como nación y políticas públicas que dinamicen el crecimiento verde, son factores mucho más importantes y menos limitantes que la disponibilidad de tierra. Una definición amplia de agricultura sostenible podría entenderla como aquella que encuentra un buen balance entre la producción de alimentos suficientes e inocuos (libres de contaminantes), que protege y restaura los ecosistemas, los servicios ambientales y los recursos naturales, que regenera y protege la vida y que genera bienestar, oportunidades y progreso para los agronegocios y las comunidades rurales.
Los bioinsumos de uso agrícola han sido pilar fundamental para alcanzar estos logros en Holanda. La industria de bioinsumos, se viene afianzando en Colombia y el mundo como oferente de soluciones eficaces para el manejo integrado, la bioprotección de cultivos contra plagas y enfermedades y la nutrición y mejoramiento de los mismos de forma más inteligente, competitiva, sostenible, más equilibrada, inocua y rentable, más resiliente frente al cambio climático.
En Colombia, a pesar de contar con empresas desarrolladoras de bioinsumos que son referentes nacionales e internacionales y que ya exportan a más de 20 países, la difusión y adopción de los bioinsumos con respecto a la de los insumos químicos sigue siendo marginal.
La Asociación Colombiana de Bioinsumos (Asobiocol) estima que tan solo 5% de los insumos utilizados actualmente en Colombia son biológicos, contra 95% con el que aún participan los insumos de síntesis química, derivados o altamente dependientes del carbono. Una gran contradicción frente a las aspiraciones y compromisos del país en términos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) a 2030.
¿No será el momento para articular mejor los esfuerzos e iniciar un proceso de co-creación entre el sector privado, la sociedad civil, la academia y las entidades públicas para masificar el uso de bioinsumos y para unirnos en torno a un gran Pacto Nacional por la Agricultura Sostenible? Desde Asobiocol, Endeavor Colombia, Sistema B Colombia, y Ecoflora Agro, estamos listos para remangarnos y comenzar a co-crearlo. ¿Quién más se une?