Agro sostenible y responsable, respuesta al cambio climático
En las últimas semanas en la sabana cundiboyacense y en los santanderes se han registrado temperaturas por debajo de los 2 grados de acuerdo al Ideam. En contraste, en algunos municipios del Cesar, Tolima, Casanare, Caldas y Cundinamarca se han reportado altas temperaturas. Estos cambios climáticos han afectado la producción agrícola y generado la pérdida de cultivos como en el caso de la cebolla y la papa.
Lo anterior, sin duda, es un llamado a realizar buenas prácticas en materia agrícola y a ser conscientes que debemos cuidar y proteger el medio ambiente para prevenir y contrarrestar el cambio climático. Según La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el cambio climático podría afectar a la agricultura en diversas formas, por ejemplo: sería menos previsible el clima en general, lo que complicaría la planificación de las actividades agrícolas, empeoraría el actual desequilibrio que hay en la producción de alimentos entre las regiones templadas, frías, las tropicales y subtropicales, y se podría reducir la cantidad y calidad de los cultivos, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria en un futuro.
Así como la agricultura se ve afectada progresivamente por los cambios climáticos abruptos, como las heladas y sequías, las malas prácticas agrícolas pueden influir significativamente en la emisión de gases de efecto invernadero que aceleran el cambio climático. Por este motivo, es de vital importancia que tanto pequeños como grandes agricultores sean conscientes de tener cultivos sostenibles; y esto se logra mediante el uso de los nutrientes adecuados y con prácticas que sean responsables con el ambiente.
Este es el caso de los fertilizantes que se fabrican con baja huella de carbono y tienen fuentes de nitrógeno más eficientes, permitiéndole al productor utilizar soluciones que reducen la emisión de gases de efecto invernadero, y que brindan mayores beneficios como un cultivo mejor balanceado a nivel nutricional, y resistente ante los climas extremos como los que se están presentando en distintas zonas del país.
En condiciones sobre las cuales se han hecho mediciones del paso de productos commodities como la Urea a soluciones nutricionales nitrogenadas, los agricultores han incrementado entre un 15% y un 20% la productividad de sus cultivos, este es el caso del café, la palma de aceite, los cítricos y el arroz.
Además, debido al aumento de la calidad de los productos, los traders nacionales e internacionales, que son los compradores de las cosechas, están dispuestos a pagar mayor valor de lo que convencionalmente pagarían en el mercado.
La invitación es a mantener una nutrición preventiva y no reactiva frente a los cambios climáticos, porque ayuda a los agricultores a tener cultivos más resistentes y mitigar el impacto de los fenómenos climáticos. Así mismo, permitirá tener progresivamente una agricultura sostenible en el país, lo que aumentará la calidad y productividad de las cosechas, posicionando a Colombia como una de las despensas de alimentos del mundo para el 2030.