Alejandro Pinto, desde muy pequeño, acompañaba a su padre y a su tío a la plaza de mercado de la ciudad de Bogotá a comprar y vender piña, a fuerza de ver el proceso comercial, comenzó a forjarse metas e ilusiones, para cuando se convertirá en comerciante, pero no aquel que solo compra y vende, sino comerciante con visión y proyección.
El que persevera alcanza lo que quiere, hoy, con conocimientos en finanzas y relaciones internacionales, tiene la empresa familiar Agrocomercial Terrano SAS, que ha establecido importantes alianzas con productores del Valle, Casanare, Quindío, Valle y Santander. Ellos se encargan del proceso productivo y nosotros de la comercialización.
Actualmente, están incursionando en los procesos de transformación para la generación de valor, asociados con la fundación TEAC (Todos en Acción Colombia), se encuentran trabajando en un proyecto de transformación de materias primas (piña) en Colombia, para incursionar en el mercado internacional.
Con este trabajo, logran apoyar a los campesinos con mejores precios para sus productos, contribuir a la generación de empleo y, por supuesto, al desarrollo de una industria que apenas está creciendo en nuestro país.
Su sitio de venta ubicado en la bodega 29, puesto 40 de Corabastos, es el punto de encuentro para recibir parte de la producción de Santander, Casanare, Meta, Quindío y Cundinamarca, de las variedades perolera (tiene mayor acidez, se utiliza para procesos industriales), y gold que gusta mucho por dulce.
Durante El año siempre hay producción de piña, posicionándose dentro de las cinco mayor comercialización en el mercado mayorista, después del banano, naranja, manzana y el mango. Es una fruta con mucho futuro, actualmente se está trabajando en el proceso de cambio de manufactura, es decir vender piña procesada, enlatada, en pulpa además de buscar el mercado internacional es el todo un reto.