Diego Andrés Moreno Ortiz, ingeniero agrónomo, explicó que todo agricultor que quiere empezar a sembrar un cultivo, debe conocer cinco etapas importantes: cosecha, poscosecha, almacenamiento, transporte y comercialización, para lograr el éxito en su producción; si alguna falla, el cultivo se ve amenazado y puede generar pérdidas laborales y económicas.
Es importante, tener en cuenta que se debe identificar la práctica comercial del mercado, donde se va a vender su producción. Se debe averiguar las características del producto que requiere el cliente, (como si fuera una ficha técnica), semilla, tamaño, grado de madurez, empaque, color, sabor, calibre, grados brix, esto le va a permitir, que a la hora de la venta, el cliente adquiera un producto conocido.
Es de suma importancia establecer que se quiere sembrar y los riesgos que implica cosechar en esa zona, en términos de logística, mano de obra, disponibilidad de insumos, fertilizantes, tiempo de cosecha, comportamiento del clima y disponibilidad de agua, esto le ayuda a disminuir los riesgos de la volatilidad del cultivo. Muchos productores les ha pasado, que siembran y a veces es más costoso sacar la cosecha, que lo que venden.
El productor debe estar permanentemente monitoreando los precios de todas las centrales de abastos del país y cuando salga la cosecha, tome decisiones para ofrecerla.
Sin lugar a dudas, hay que buscar una asesoría técnica, que se puede encontrar en la Alcaldía, en la Secretaria de Agricultura o en el programa de extensionismo de la región, así logramos una cosecha con todas las características que pide el cliente.
Es importante, que durante el cultivo consulté datos estadísticos históricos, que se puedan encontrar en entidades como el Sipsa-Dane, Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, Central de Abastos y organizaciones agrícolas, eso nos permite programar los picos de cosecha y llevar la producción antes o después de la cosecha principal.
Es necesario que el productor tenga alternativas para la comercialización, por ejemplo cuando hay temporada de alta cosecha, donde los precios son bajos en las centrales de abastos, plazas de mercado, es ahí, donde debe aplicar plan B, si es fruta, hacer conservas, deshidratar, congelar, darle valor agregado entregándola en tajadas con empaque al vacío, esto le va a permitir mitigar los daños que origina la volatilidad de los precios y vender un porcentaje de la producción.
Un factor que lamentablemente no se puede controlar, es el clima, por ello se recomienda la implementación de riego y drenaje, pensar en el manejo preventivo de enfermedades y plagas, integrar metodologías en zona de amortiguación y plantas alelopáticas.
Antes de llevar la producción al centro comercial agrícola, debe establecer los costos fantasmas, que son: Costo de carga, peajes, transporte al mercado, descargue, si tiene que pernotar en un sitio determinado, que los vehículos tenga problemas mecánicos, son costos que hay que identificar.
Finalmente, es importante que los agricultores tengan conocimiento claro sobre las buenas prácticas agrícolas (BPA), que tiene como objetivo la producción de alimentos sanos, inocuos y de alta calidad, que le garantizara buen precio a la hora de vender la cosecha.