Nacido en Sutamarchan (Boyacá), Luis Ernesto Forero Russi, con 78 años de edad, vive orgulloso de ser comerciante de pescado en la Red de fríos del mercado mayorista de Bogotá, Corabastos.
Don Luis recuerda su inicio comercial hace 52 años en corregimiento la pradera, departamento del Caquetá, fue invitado a la inauguración de la pista del aeropuerto. En ese entonces observo que la población vivía de la pesca; Todo el año había pescado como bagres, dorado, amarillos, valentones, apui, babosos, y muchas otras especies.
En ese momento no existía, Corabastos. Los pescadores comenzaron a traer el producto y varios comerciantes de las plazas de mercado, como la España, San José, Matallana, lo comprábamos arroba a $500, es decir $40 kilo, este tipo de carne, la traíamos en avión charter, fresco y apenas llagaba al aeropuerto el Dorado lo (helábamos, es decir poner hielo sobre el producto), porque no había camiones con termoquin, cuartos fríos, neveras grandes, como existen hoy.
Recuerda con nostalgia a su amigo y competidor, Rafael Lozano, quien era comerciante; Ambos vivieron la evolución comercial del pescado en los últimos 50 años en Bogotá. Muchas familias no conocían especies de pescado, no lo compraban por las espinas, el consumo era muy bajo, sólo se vendía los viernes de vigilia y en semana Santa. Lo ofrecían por los barrios en camionetas de carrocería de madera (estacas) y en las plazas de mercado en punto improvisados, con mesas de madera y balanzas de reloj, eso sí, le colocaban bastante hielo encima.
El tiempo fue pasando y gracias a las entidades del gobierno, al sector privado y a los mismos pescadores se fuero implantando nueva tecnología para la conservación, empaque y manejo, aspectos que les garantizan a los consumidores un producto altamente fresco y nutritivo e inocuo. Actualmente cuenta con cuartos fríos para su debido almacenamiento.
Varias generaciones de su familia heredaron la actividad comercial, muchos de ellos tienen puntos de compra y venta de pescado de río, mar, cultivo, utilizando tecnología adecuada para la conservación del producto.
Como buen conocedor de pescado, defiende el bocachico del Magdalena como el mejor, por su sabor. El que más se vende actualmente la mojarra y el que presenta un aumento significativo el consumo es el salmón, fuente de omega, ácidos grasos beneficiosos para la salud cardiovascular.
Finalmente, aunque la Autoridad Nacional d Acuicultura y Pesca (Aunap), el consumo per cápita (lo que consume una persona en el año), en el país termino el año anterior en 8.8 kilos, el promedio mundial de 20 kilos, somos optimistas quienes lo comercializamos, por ser alimento completo en vitamina, además se ofrecen en hamburguesa, sushi, filete, apanados, fresco, congelados, etc.