Jhon Arias Bonilla pasó su niñez en medio de grandes cantidades de alimentos, acompañaba a su padre Rosendo Arias Ortiz al trabajo en Corabastos. Hoy es artista plástico y educador y los alimentos han sido fuente de inspiración.
Cuando comenzó estudios de artes plásticas y sintió conexión con las imágenes del mercado. Los arrumes de bultos, colores, olores, texturas, el comerciante con ruana, el vendedor, lo pintoresco de la gente, los camiones, etc. Y aunque la imagen documental es el punto de partida, siempre la lleva a otro nivel.
Realizó esculturas con tusas de mazorca, instalaciones con hoja de cebolla larga, entre otros, pero fue el proyecto “La oscuridad que se apaga”, del artista Juan Delgado, una video instalación de gran formato donde Arias fue camarógrafo, la que marcó su inspiración. Allí, de manera poética, se presentó el acontecer visual y cultural que tiene la comercialización. Un trabajo que fue presentado en la inauguración de la galería de artes plásticas de la Cámara de Comercio de la localidad de Kennedy, en 2009.
Delgado lo invitó para presentar su trabajo “Gente de Corabastos”, en una sala de exhibición en la capital de Inglaterra y del Reino Unido, (Londres). Las imágenes presentadas eran retratos de diferentes personas que, a primera vista, parecían documentales, pues los modelos estaban simplemente frente a los arrumes de los productos, pero al adentrarse en la imagen se apreciaban detalles como que la gente estaba posando para la fotografía y que su pose estaba inspirada en cuadros del renacimiento italiano que previamente les había mostrado el artista. La cúspide del proyecto fue su socialización, pues no solamente pasó por salas de exposición sino que en 2016 el proyecto fue exhibido al interior de Corabastos adaptando un camión como galería móvil, así, la exposición estuvo abierta al público.
De esta experiencia se escribieran reseñas de prensa, que apareciera en una publicación inglesa. Arias realizó en el Museo de Antioquia una residencia artística en el marco del proyecto Residencias Cundinamarca, trabajó con los fotógrafos de plaza de Botero, con quienes hizo ampliaciones de cuadros de la colección del museo de finales del siglo XIX, de la Escuela de la sabana, y paisajes del siglo XX.
Estas ampliaciones se dispusieron detrás de dos de las esculturas del Maestro Fernando Botero en la plaza que lleva el mismo nombre, nuevamente la inspiración era lo popular, la idea partió de esas fotografías que en antaño se podía tomar en las plazas de los pueblos con escenografías variadas, caballos, fondos pintados, paisajes etc.
El objetivo era trabajar en llave con los fotógrafos de la plaza que sufrían una especie de desplazamiento tecnológico a raíz de los dispositivos móviles y de desarrollos industriales tan sencillos como el "palo para tomar selfies". Estos fondos de paisajes cambiaban totalmente la foto que se hacían los turistas, pues ya no estaba detrás las rejas del palacio de la cultura sino un paisaje de Ricardo Borrero o Rafael Sáenz.
Con humildad pero con orgullo expresa Arias, “Mi trabajo tiene como objetivo motivar la participación cultural, principalmente de aquellos que por distintas razones nunca se han acercado". De esta manera a través de sus proyectos como artista, educador y gestor del espacio de arte Artitis en Kennedy, nuestro artista no olvida su origen, por el contrario es alimento para su inspiración. Sus trabajos los encuentra en IG: @ariasjhonn y @artitistv