Urgente, armonizar las relaciones diplomáticas entre EE. UU. y Colombia
Las relaciones entre Estados Unidos y Colombia han sido históricamente fundamentales para el desarrollo económico, comercial y cultural de ambos países. La estabilidad y el fortalecimiento de estos lazos son esenciales para garantizar el crecimiento mutuo en áreas clave como el comercio, la inversión, el turismo y el intercambio cultural.
Uno de los pilares de esta relación es el comercio bilateral, que representa una oportunidad invaluable para los productores colombianos y las empresas estadounidenses. El sector agropecuario tuvo exportaciones por más de US$4.100 millones hacia ese país el año pasado. Colombia es un importante exportador de productos como flores, café, aguacate, frutas tropicales, banano, filetes de tilapia, entre otros bienes que han encontrado un mercado estable en Estados Unidos gracias a acuerdos comerciales y una política de cooperación entre ambas naciones.
Igualmente, la importación de granos como el maíz y soya, así como torta y aceite de soya por más de 8 millones de toneladas al año, en su gran mayoría provenientes de los EE. UU. (> al 70% al cierre del año 2023) se hacen esenciales en la fabricación de balanceados para la producción de alimentos básicos como: pollos, huevos, cerdos, peces, ganado vacuno e inclusive concentrados para mascotas. Además de los productos agrícolas, sectores como la industria manufacturera y los servicios han crecido significativamente con la inversión y el comercio con el mercado estadounidense.
Sin embargo, la reciente incertidumbre en las relaciones diplomáticas podría afectar este intercambio comercial, generando obstáculos que impacten negativamente en la economía colombiana y en la oferta de productos colombianos en Estados Unidos. La imposición de nuevas regulaciones, barreras arancelarias o restricciones migratorias podría desacelerar el comercio y afectar la competitividad de los productos colombianos en un mercado clave.
Las familias de trabajadores y productores agrícolas de flores, aguacate, café, frutas y banano, entre otros cultivos, están profundamente preocupados por el deterioro de las relaciones comerciales con Estados Unidos, porque esta situación podría afectar gravemente las exportaciones, poniendo en riesgo sus medios de vida y el sustento de miles de campesinos que dependen de estas actividades.
La incertidumbre en el comercio internacional y las posibles barreras arancelarias generan un clima de angustia, ya que muchos de estos productores han invertido años de esfuerzo y recursos en cultivar productos de alta calidad que ahora podrían perder acceso a uno de sus principales mercados. La necesidad de un diálogo constructivo y de políticas que favorezcan la cooperación es más urgente que nunca para garantizar la estabilidad y el crecimiento del sector agrícola.
Otro aspecto esencial es el intercambio cultural y el turismo, sectores que han florecido gracias a la estrecha relación entre ambos países. Cada año, miles de ciudadanos viajan entre Colombia y Estados Unidos por motivos de negocios, estudios, turismo y visitas familiares. La imposición de trabas migratorias podría desincentivar este flujo, afectando el crecimiento del sector turístico y limitando las oportunidades de colaboración académica y profesional entre ciudadanos de ambas naciones.
En este contexto, es imperativo que los gobiernos de Colombia y Estados Unidos prioricen el diálogo y la diplomacia para fortalecer su relación. La cooperación en términos comerciales, migratorios y culturales no solo beneficia a ambos países, sino que también contribuye a la estabilidad y prosperidad de la región. La armonización de las relaciones diplomáticas permitirá mantener un comercio fluido, promover la inversión extranjera y fomentar un ambiente propicio para el desarrollo económico y social.
Por tanto, se hace un llamado a los líderes de ambas naciones para que trabajen en la consolidación de acuerdos que favorezcan el comercio, faciliten el tránsito de personas y refuercen los lazos de cooperación en múltiples sectores. Solo a través del entendimiento mutuo y la construcción de puentes de diálogo se podrá garantizar que las relaciones entre Estados Unidos y Colombia sigan siendo un motor de desarrollo y bienestar para sus ciudadanos.
Hoy todos invocamos la importancia de la diplomacia internacional apoyada en un dialogo sereno que priorice el esfuerzo de los empresarios de cada país que han forjado sus compañías y emprendimientos en una relación de muchos años, con políticas públicas serias y favorables que han generado la confianza inversionista y el crecimiento económico de nuestros países.