El plátano, un producto étnico que se toma el mundo
Uno de los frutos que más caracteriza la gastronomía de países latinoamericanos, asiáticos y africanos, es el plátano. Colombia, sin duda, es un país con un alto consumo de este producto que tiene presencia protagónica en la canasta familiar. No obstante, la producción nacional de plátano de regiones productivas como Urabá, se destina en un gran porcentaje a la exportación a Norteamérica y Europa. Colombia ocupa el tercer lugar en la participación del mercado internacional.
Podemos decir que este producto de la agroindustria colombiana es de consumo étnico, es decir que es demandado por los grupos de inmigrantes que viven en otros países y que añoran el plátano como parte de su gastronomía. En Estados Unidos, por ejemplo, es consumido por los latinos y en Europa por los africanos y latinos. El plátano es de nicho, y en particular, el colombiano es apetecido por su excelente calidad en dos presentaciones: verde y maduro.
Unibán, la mayor comercializadora internacional del país de banano y plátano, empezó su exportación de plátano en el año 1981 con un volumen semanal de 2.400 cajas de 25 kilos. En 2019, las exportaciones de plátano de nuestra compañía fueron de 62,500 toneladas por un valor de US$30,8 millones de dólares; semanalmente se envían de 20 a 25 contenedores al viejo continente, de 38 a 40 a los Estados Unidos y en algunas oportunidades se ha enviado el producto a otros países como Chile.
Desde el inicio, y hoy continúa siendo así, el espíritu ha sido apoyar a los pequeños productores, puesto que son en su mayoría economías campesinas, empresas familiares conformadas en gran parte por reinsertados, desplazados o personas que se han visto afectadas por el conflicto armado colombiano.
Es precisamente, el entorno social que rodea a la producción de plátano la que merece especial atención. Esta industria ha permitido a miles de familias colombianas resurgir de situaciones de conflicto para encontrar oportunidades diferentes de progreso y desarrollo. Para Unibán como comercializadora de plátano en el mundo, ha sido fundamental adelantar un acompañamiento social al productor enfocado en temas de salud, educación, saneamiento, escolaridad, entre otros, donde parte del trabajo es liderado por medio de la Fundación Unibán y otra parte es ejecutado directamente por la compañía.
Actualmente, Unibán apoya a 2.400 productores de plátano (familias de 5 o más personas en su mayoría), con un promedio de 3,6 hectáreas por cada uno. Esta clase de cultivos están ubicados en la periferia de los municipios, desde Cañasgordas hasta Arboletes, con un alcance cercano alrededor de 9.000 hectáreas que comercializan con la compañía, dispersas en todo el territorio urabaense.
Unibán se destaca porque tiene las puertas abiertas para los productores de plátano. Es una relación más familiar y de compañerismo. Para la compañía es la retribución de un negocio que nació con fines sociales, donde se han desarrollado además proyectos que van desde agua potable hasta escuelas.
El apoyo a familias productoras de plátano, un producto que cada vez va adquiriendo mayor relevancia, no debe detenerse. La industria debe ser solidaria y debe tener un foco claro en el crecimiento de todos los que hacen parte.
La comercializadora ha encontrado, por ejemplo, una oportunidad para el aprovechamiento de los excedentes de producción que se quedaban en las fincas sin tener un mercado específico. Es así como nació hace 9 años una planta de snacks de plátano que transforma este producto y que actualmente se abre mercado con clientes importantes alrededor del mundo. Hoy Unibán llega a Europa, Estados Unidos y Canadá con esta operación.
En Colombia, el plátano es tradición, quienes lo cultivan llevan años de esfuerzo y dedicación al agro del país. Convocamos al sector agroindustrial para continuar apoyando la importante labor que realizan los productores plataneros, y así mismo para hacerles un reconocimiento por estos más de 38 años de trabajo continuo, orgullo colombiano en el mercado nacional e internacional.