Todo empezó en Marialabaja y con Palma de aceite
Corría el año de 1998; a mis 22 años me desempeñaba como Secretario de Agricultura del Departamento de Bolívar en la Administración de Miguel Raad Hernández. En abril de ese año me visitó el Dr. Rafael Arenas, buen amigo y gerente de Prodesarrollo Ltda., una firma de asesorías agrícolas de la región, quien me informó el interés del Grupo Oleoflores, en cabeza del Dr. Carlos Murgas, para desarrollar un proyecto de siembra de palma de aceite en los terrenos del distrito de riego Marialabaja. Ese distrito de riego había sido construido en los años 60 por el INCORA en una extensión de 18 mil hectáreas en los municipios de Marialabaja, Arjona y Mahates en el departamento de Bolívar.
Concretamos una reunión en Barranquilla y ahí nació el proyecto. Murgas después viajó a Cartagena y le presentó el proyecto al gobernador Raad, quien lo apoyó y dio vía libre para su ejecución.
El 11 de junio de 1998, en el campamento de San Pablo en Marialabaja, y además de quienes he mencionado en este artículo, en compañía del Dr. Antonio Gómez Merlano, Ministro de Agricultura de la época, del Dr. Carlos Gustavo Cano, Director del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (Iica), del Dr. Jens Meza, Presidente de Fedepalma, y de productores del Distrito, se daría lanzamiento al proyecto que cambiaría la política agropecuaria en el país.
En ese acto quedó claro que no sería fácil el éxito del mismo por varias razones:
- El estado del distrito de riego dejaba mucho que desear y existían conflictos y malos manejos al interior del organismo que administraba el distrito. La palma de aceite es un cultivo exigente en suministro de agua.
- Los productores del distrito, en su gran mayoría, poseían créditos con la Caja Agraria que estaban en mora y no eran sujetos de crédito.
- Existía una falta de confianza en las instituciones del Estado por promesas incumplidas y proyectos fallidos.
En resumen, tenían un distrito de riego, tierras y créditos, pero para la época en que íbamos a iniciar el proyecto, ¡eran 20 años más viejos y, de manera increíble, 20 años más pobres!
Importante anotar que la palma es un cultivo de tardío rendimiento, altamente rentable, que permitía pagar la deuda antigua de los campesinos y mantenerse en el tiempo. Además, teníamos como socio a un empresario exitoso que guiaría el proceso y que garantizaba la comercialización del producto.
Allí nacieron las alianzas estratégicas para construir la paz, programa bandera del Ministerio de Agricultura ya en cabeza de Carlos Murgas en el Gobierno de Andrés Pastrana.
¿Qué hicimos?
- La Secretaría de Agricultura escogió productores líderes para establecer parcelas demostrativas que motivaran a los campesinos. Recuerdo a Sindulfo Ramos (Q.E.P.D.) y Héctor Flores como líderes de este proceso dentro de la comunidad y quienes fueron punta de lanza para el éxito del proyecto.
- Constituimos tres asociaciones de productores con los campesinos de las diferentes zonas del distrito de riego. Dichas asociaciones serían los sujetos de crédito y además también manejarían la operación del mismo para garantizar el suministro de agua.
- Diseñamos con la Caja Agraria un plan de reactivación que incluía una línea de crédito adecuada al cultivo de la palma con periodo de gracia y pago contra cosecha; pero además el pago de la deuda antigua de los productores. El crédito incluía la valoración de la mano de obra empleada por el productor y su familia durante los primeros tres años y medio mientras iniciaba la primera producción del cultivo como medio de subsistencia e ingresos durante este periodo.
- Prodesarrollo Ltda. se encargaría de ser la unidad ejecutora que coordinaría todo el proyecto.
- Oleoflores Ltda., en cabeza del Dr. Carlos Murgas y del gerente Dr. Carlos Mario Peláez, en la parte operativa sería el socio estratégico y brindaría la asistencia técnica de manera gratuita para asegurar el éxito del paquete tecnológico escogido para el desarrollo del cultivo.
- Cuando se alcanzaran las 5.000 hectáreas sembradas, Oleoflores Ltda. instalaría una planta extractora de aceite de palma, cosa que efectivamente se dio, y además de eso, las Asociaciones de Productores serían socias de dicha extractora para participar también en las ganancias por comercialización del aceite.
Esos objetivos se lograron. Hoy en día hay sembradas más de 8 mil hectáreas de palma y una extractora en la región y se respiran aires de progreso gracias al cultivo. Está pendiente la rehabilitación de cerca de 10 mil hectáreas de riego por parte del Incoder para lograr ampliar el área sembrada.
¡Las políticas de asociatividad, de crédito agropecuario, de alianzas entre el Estado, los productores y un experto privado, de comercialización y de agroindustrialización han sido un éxito! Y todo empezó en Marialabaja y con palma de aceite.