Las exposiciones equinas: motor del desarrollo del Caballo Criollo Colombiano de Paso
En el universo socio económico de nuestro país, pocas actividades reflejan y condensan con tanta claridad todo lo que enmarca un gremio, como lo son las exposiciones equinas en relación al Caballo Criollo Colombiano de paso.
La exposiciones equinas calendadas anualmente por Fedequinas y avaladas por las 24 asociaciones federadas, son eventos regulados y normados que se desarrollan bajo el reglamento técnico de la Federación donde compiten ejemplares de la raza del CCC de paso en sus cuatro andares, así como también los asnales y mulares criollos de silla colombianos.
Las exposiciones equinas han sido durante décadas el mecanismo más sólido para evaluar objetivamente la calidad y evolución genética de los ejemplares que integran nuestra raza. Bajo la aplicación del Reglamento de Fedequinas y la estricta observancia de los jueces y el público, se evalúa en la pista el resultado del trabajo realizado por criadores, expositores y equipos de trabajo, y se generan criterios para la selección y mejora genética, uno de los pilares fundamentales para garantizar la sostenibilidad y evolución del Caballo Criollo Colombiano de Paso a mediano y largo plazo; de ahí la importancia de tener parámetros de crianza y de juzgamientos claros y sostenidos como gremio en relación a la raza de nuestro caballo.
Además, las exposiciones cumplen un papel clave en la dinamización económica del sector productivo. Las más de 150 exposiciones equinas calendadas anualmente de enero a diciembre, donde participaron en el 2024 más de 27.000 veces los ejemplares, en más de 23 departamentos del territorio colombiano, generan una cadena de valor que activa economías, en su mayoría populares, para los municipios y departamentos donde se realicen: criadores, expositores, montadores, cuidadores, herreros, médicos veterinarios, transportadores, talabarteros, operarios, comercializadores, grande, mediana y pequeña empresa, así como artesanos o emprendedores, encuentran allí oportunidades concretas de ingreso, empleo y proyección.
La industria que gira alrededor de estos eventos es significativa, y su impacto es particularmente importante en zonas rurales donde el caballo sigue siendo símbolo de identidad y motor de desarrollo.
Desde mi perspectiva personal, las exposiciones están llamadas a fortalecer la cohesión del sector. Deben ser espacios de diálogo técnico, actualización normativa, intercambio de conocimientos y por supuesto, fortalecimiento gremial e institucional. Cada evento bien organizado es una manifestación tangible de nuestra capacidad como gremio para autorregularnos, elevar estándares y proyectar una imagen responsable y profesional ante el país y ante el mundo.
Igualmente, las exposiciones cumplen una función cultural y educativa que no puede subestimarse. En ellas se preservan prácticas tradicionales, se admira la diversidad de andares de nuestro caballo, se promueve el respeto por el bienestar animal y se transmite a las nuevas generaciones el legado de una raza que representa lo mejor de nuestra ruralidad y de nuestra historia.
El desafío que tenemos como gremio no es menor; si bien organizar una exposición equina es un reto mayúsculo por todos los detalles que esta conlleva, tenemos que garantizar que cada exposición cumpla con los más altos estándares de calidad, transparencia y bienestar animal; por esto, desde la federación, implementaremos una herramienta tecnológica para todos los participantes de todas las exposiciones equinas, con el fin de analizar la percepción de cada uno de ellos y poder generar planes de acción que nos empujen a ser mejores cada día.
En síntesis, las exposiciones equinas no son un fin en sí mismas: son el medio mediante el cual defendemos, construimos y proyectamos el futuro del Caballo Criollo Colombiano de Paso. Fortalecerlas es, sin duda, fortalecer el corazón mismo de nuestra razón de ser gremial.