La producción mundial de aguacate viene experimentando un crecimiento de 4,13% debido a la demanda en el ámbito internacional que contrasta con la oferta creciente pero deficiente por parte de países productores, quienes aún tienen un amplio margen para crecer, al menos en el mediano plazo. En este contexto, las cifras proyectadas a 2020 son optimistas: en el orden mundial se podrían lograr 6,5 millones de toneladas producidas, alcanzando un consumo per cápita aparente de 0,85 kilogramos (kg) por año y un precio que podría estar ubicado en US$3 por kg de continuar las tendencias actuales.
Dentro del ranking de países importadores, EE.UU. se ha consolidado como el principal mercado, logrando 44,7% de participación en el mundo, seguido del europeo que llegó a 40% en 2017. Sin embargo, hay un fenómeno que llama la atención y es el notable incremento de las cantidades importadas de este frutal por parte de China, que ha llegado a tasas de 250%, cerrando el año pasado en US$107 millones, dato que aún es bajo si se compara con otros mercados, pero que genera pautas para considerarlo como un país potencial que debe explorarse y que actualmente es atendido en su mayoría por países como Chile, México y Perú.
También hay que considerar el consumo interno de los países productores, puesto que el volumen de producto que no es exportado, termina abasteciendo los mercados internos, permitiendo generar estrategias para mejorar los indicadores de consumo; ocurriendo fenómenos como el de República Dominicana, dónde su consumo per cápita llega a los 54,4 kg por persona al año; mientras que otros países como México como principal productor, logra aproximadamente 11 kg per cápita, seguido de Perú (7,16) y Colombia (6,3); razón por la cual los mercados nacionales también constituyen una oportunidad para fomentar no solo el consumo en fresco, sino también procesado.
Colombia como país productor también ha tenido un desempeño notable en el negocio del “oro verde”, puesto que ha triplicado su oferta exportadora entre 2013 y 2016, logrando un récord en 2017 de US$52,9 millones, previéndose que pueda lograr para este año incluso los US$90 millones exportados. Sin embargo, los resultados económicos pueden ser aún mejores si se logra incorporar la producción bajo parámetros adecuados de calidad, para atender mercados consolidados como el de Reino Unido y Países Bajos, al igual que los promisorios como EE.UU. y China, quienes pueden ayudar a diversificar la oferta exportadora en los próximos años.
El cultivo de aguacate es un negocio muy rentable, por lo cual se debe trabajar para que esta bonanza se aproveche de la mejor manera y sea sostenible en el tiempo; por ello se hace necesario generar una política pública para el fomento de la competitividad, teniendo como ejes centrales el desarrollo de nuevas tecnologías en nutrición y sanidad vegetal, la conservación ambiental, la calidad y apoyo a los productores para la obtención de certificaciones internacionales, el desarrollo de tecnología de poscosecha y logística apropiada, el impulso al comercio internacional; así como el papel que desempeñarán los pequeños y medianos productores, con el propósito que exista inclusión.