Colombia, potencia regional en el cultivo de pescados
La piscicultura colombiana viene tomando fuerza como sector productivo y exportador, siendo reconocida a nivel mundial por la tecnología utilizada en sus cultivos, su calidad en los productos y la sustentabilidad en los procesos.
Si analizamos el crecimiento que el sector ha tenido en porcentaje, vemos que en la última década crecimos en la producción nacional más de 264%, analizando las exportaciones más de 500%, y un crecimiento muy significativo en el que pasamos de consumir poco más de 2 kilos por persona al año a 9,6 kilos.
Todo esto llegó a generar en 2021 más de 57.756 empleos directos y 173.269 empleos indirectos, recordando que solo estamos trabajando con un poco más de 11.000 hectáreas actualmente, de las 21 millones disponibles para esta actividad.
Como sector tenemos la meta de llegar a duplicar nuestra producción al 2027, y aumentar a US$500 millones las exportaciones. Todo esto basado en un programa de organización y estructuración de la cadena de forma territorial, para potencializar cada región de Colombia.
Por esta razón la Federación Colombiana de Acuicultores (Fedeacua) creó su Centro de Investigación (Cideaco), el cual tiene como objetivo el mejoramiento de procesos en la cadena productiva, la transformación, distribución y comercialización de sus productos piscícolas.
Fortalecemos no solamente la producción, si no cada eslabón de la cadena; por ejemplo, en la comercialización creamos un sello de origen para poder identificar el pescado colombiano, y quien lo porta garantiza que el producto cumple con la normatividad de calidad y sustentabilidad nacional o internacional, dependiendo de cada caso.
La idea es cada vez profesionalizar más el sector y sobre todo la diversificación de los productos, dejando atrás la idea de que el único fruto que puede tener un retorno económico es el pescado como tal, pues contamos con un gran número de subproductos, como harinas, pieles, colágeno y claro, están las diversas formas de presentar el producto a los mercados.
De forma general queremos desenvolver nuevas especies, tal como el pirarucú que es de la región del Amazonas y que tiene un potencial económico y comercial muy alto, así como también concretizar el cultivo de pescado en aguas marinas, pues tenemos dos mares totalmente inexplorados.