Fertilización edáfica de cultivos: pasado, presente y futuro
La fertilización es un proceso de nutrición de las plantas. De ahí que, aunque a menudo se hable de los fertilizantes como alimentos para ellas, lo clave, al igual que sucede con el ser humano, es garantizar su adecuada nutrición. En este orden de ideas, los fertilizantes podrían definirse con facilidad como aquel producto que aporta elementos nutritivos a las plantas. Su origen puede ser orgánico, químico o síntesis, biológico o mineral.
Fertilizar o nutrir los cultivos equivale a garantizar la vida de la humanidad. Nuestros antepasados, hace más de 11.000 años durante el neolítico, evolucionaron la agricultura. Entre los reportes de fertilización se encuentra que hace unos 8.000 años los agricultores ya usaban estiércoles como fertilizantes orgánicos. Así mismo, hay referencias de colocación de peces muertos en las líneas de siembra de maíz por parte de nativos americanos, convirtiéndose este fertilizante orgánico en una fuente fósforo.
Investigadores y arqueólogos analizaron muestras antiguas de cereales en Europa, incluidos trigo, lentejas y cebada, con más de 8.000 años, encontrando que los contenidos de nitrógeno presentes eran altos y coherentes con el uso de fertilizantes como estiércoles. Hasta 1850 solo se empleaban fertilizantes orgánicos.
Posteriormente, Fritz Haber y Carl Bosch encontraron una manera de utilizar el nitrógeno del aire para hacer amoníaco, con este proceso se diseñó el SAM, los fertilizantes de fosfato de amonio iniciaron en la década de 1960. Las variedades de estos productos se extendieron hasta sumando el nitrato sódico, descubierto en Chile y el potasio, que apareció por primera vez en Australia.
Nuestros agricultores del pasado seguramente contaban con mejores suelos que permitían producciones sin mayores necesidades. Hoy las situaciones son distintas y por ello en la actualidad se cuenta con una oferta más variada que incluye avances especiales como inhibidores de ureasa, nitrificación, liberación controlada, diferentes combinaciones BioQuimioOrganicoMinerales, nanofertilizantes, diversas solubilidades y control de fijación, entre otros. Es decir, hemos avanzado en tecnologías especiales.
Colombia comercializa anualmente alrededor de 2 millones de toneladas de fertilizantes. Al tiempo que el uso de enmiendas es bajo para las necesidades técnicas, pues tan solo se emplean 0,25 toneladas por cada tonelada de fertilizante. Más de 90% de las materias primas necesarias son importadas, en el país no se produce urea y la única empresa que produce SAM es Acerías PazdelRío.
A futuro, los agricultores requerirán de altas productividades con uso de fertilizantes de efecto múltiple o funciones mixtas. Fertilizantes que ayuden al uso eficiente del agua, que aporten a la regeneración y conservación de suelos. Se podría pronosticar entonces que a futuro la fertilización de cultivos será con productos de origen mixto en combinaciones BioQuimicoOrganicoMinerales, e indudablemente, se incrementará el uso de enmiendas y mejoradores de suelos para satisfacer dicha necesidad técnica.
La discusión sin duda es amplía. Los requerimientos nutricionales de especies con alto potencial genético de producción exigen altas concentraciones de elementos nutricionales. Al tiempo que el uso de minerales, productos orgánicos y biofertilizantes es necesario para la regeneración y conservación de suelos.