Pese al dólar caro, el sector avícola no pierde las alas
Mi padre, quien acababa de salir de la universidad, buscaba una salida de la clase media en la comercialización de pollos. En esos años, él tenía que escuchar constantemente la frase “negocios pobres... pobres negocios”. Nosotros nunca creímos que la frase se aplicara a este sector, que mueve al año más de $8 billones y genera más de 400.000 empleos. Tal vez, si mi padre hubiera seguido en el negocio de los pollos, hubiéramos salido de la clase media. Santander es uno de los protagonistas en la industria nacional de huevos, con empresas como: Incubadora Santander, El Madroño, Campollo y Distribuidora Avícola, entre otras, y representa un 20% de la producción nacional. Pero el huevo y el pollo no solo son rentables allí, el mayor productor de huevo como departamento es Cundinamarca con 24,6%. Mientras que, Valle del Cauca produce 19%. Parte de la materia prima para alimentar a estos pollos se importa. Dicen que esto se debe a que Colombia no da abasto en lo que requiere la producción nacional. Es por ello que, la devaluación ha afectado fuertemente el sector avícola. De hecho, Andrés Valencia, presidente de la Federación Nacional de Avicultores (Fenavi), aseguró recientemente en una entrevista que la avicultura necesita más de cinco millones de toneladas de granos que vienen del exterior. Sin embargo, la industria seguirá teniendo alas no solo porque el huevo es parte de la canasta básica, sino porque los avicultores se están preparando y están llevando su negocio fuera de las fronteras. Hay oportunidades en Japón, México y otros países.