Menos café, pero mejor rentabilidad para el sector
En medio de la crisis económica y sanitaria causada por el covid-19, vale la pena destacar cualquier esfuerzo por aportar en medio de la pandemia. Un ejemplo claro es lo que está pasando con la industria cafetera.
Entre enero y junio, la producción de café colombiano llegó a 6,1 millones de sacos. Curiosamente, aunque fue 8% menor a la del mismo periodo de 2019 (cuando se registraron 6,6 millones de sacos), los precios del grano para este año convirtieron a esta cosecha en la de mayor rentabilidad de la historia del sector.
Pese a las dificultades que generó recolectar el grano, con riesgo de déficit de mano de obra y el encarecimiento de los costos del transporte debido a los bloqueos a nivel nacional durante la cuarentena, la cosecha que se produjo en el primer semestre del año generó ingresos por más de $3,7 billones a la caficultura nacional.
Para verlo de otra forma, la cifra representa un crecimiento de 28% respecto al mismo periodo de 2019, cuando el valor de la cosecha promediaba $2,9 billones.
Gracias a este valor, ahora las apuestas de los cafeteros están en que 2020 termine con una cosecha total de $9 billones, con más de 14 millones de sacos producidos (en línea con la tendencia que hay desde 2017). Para tener un referente, el año pasado la cosecha de 14,2 millones de sacos registró un valor de $7,3 billones.
La paradoja es que aunque hay menos café en producción, se está compensando con un precio suficiente para tener a flote al sector.
Esta rentabilidad del negocio se debe a que, desde mediados del segundo semestre del año pasado, el precio del café en la Bolsa de Nueva York empezó a recuperarse y sobrepasó el techo de menos de US$1 por libra. A eso se le suma la devaluación del peso en el primer semestre de 2020.
Ahora los ojos están puestos en las condiciones de aquí a diciembre.