Las moras “agradecidas” que proveen a Corabastos
Casa de campo
Daniella P. Rodríguez

Las moras “agradecidas” que proveen a Corabastos

15 de mayo de 2024
MÁS DE CASA DE CAMPO
UNIRSE A WHATSAPP

El agradecimiento es principalmente a quienes cultivan la fruta, ya que es uno de los pocos cultivos en Colombia que se adapta al invierno y el verano. En esta ocasión, estas palabras van dirigidas a los cultivadores de mora, distinguida por su desafiante ciclo de vida útil.

Conocimos la mora yendo a la principal despensa de Corabastos, en San Bernardo, Cundinamarca. Allí, a unos 40 minutos hacia la montaña, se encuentra la vereda Pirineos Alto.

En la vereda está el cultivo de Don Alejandro Castillo, uno de lo siete que siembra mora en la comunidad. Junto con su esposa y sus dos hijas, cada una con un cultivo, aportan para satisfacer la demanda de Corabastos, que recibe su provisión en mayor parte de esta zona.

Como es de costumbre, Agronegocios identifica el ‘deber saber’ de cada cultivo y/o emprendimiento rural desde el campo y la experiencia, y la mora no fue la excepción.

Esta es “agradecida” porque “da” en pocos días, se adapta a cualquier clima, y sus derivados tienen muchos fines productivos. Una de las hijas de Don Alejandro, Gloria, me contaba que a la fruta le toma almenos 20 días para adaptarse a cualquier clima, y que su maduración cada tres días hace que sea rápida y rentable la cosecha.

De hecho, explica que su mantenimiento es muy fácil “para que la mora esté linda hay que podarla, fumigarla y abonarla cada mes, y ella solita se mantiene con el clima que le llegue”, decía Gloria.

Y aquí entra el proyecto de la escuela La María, la única de la vereda.

Allí, en un solo salón, se distribuye Liliana, la profesora, desde preescolar hasta undécimo de bachillerato, conduce la jornada académica que va desde las 8:00 de la mañana hasta la 1:00 de la tarde, y aquí, principalmente, se está incluyendo a la mora como una herramienta para el sostenimiento e impacto desde el aprendizaje de las generaciones más jóvenes.

Gloria, que tiene a sus dos hijos en la escuela, explicaba que vale la pena que el fuerte sostenimiento de la escuela sea con el cultivo de mora, y de hecho, en este momento ya hay un cultivo que da cosechas y entrega provisiones a Corabastos, por lo que plantean que desde el campo se pueden buscar los recursos para la mejora de las condiciones y bienes de la misma comunidad.

Gloria, junto a Don Alejandro, hablaban de una mayor mirada hacia las acciones que se hacen con y desde la naturaleza y la biodiversidad, y que en este caso, se preguntaran, ¿es un lugar justo para uno de los mayores proveedores de mora en Colombia?.

UNIRSE A WHATSAPP