Las anchetas navideñas que provienen del campo
Las fiestas de Fin de Año son reconocidas por ser grandes eventos que despiden el trasegar que tomó 365 días. En Colombia, hay múltiples celebraciones llenas de costumbres que hacen que la Navidad sea una de las temporadas más tradicionales del mundo, y más en específico si se trata de un país que, dentro de su propio territorio, recoge diferentes tradiciones que prácticamente marcan la deconstrucción gastronómica y hasta social desde las regiones.
Es el caso de las anchetas navideñas, que son regalos que, por tradición, siempre se han entregado durante esta época, las regiones las construyen de múltiples maneras para destacar lo más importante: por ejemplo, en la Costa, una ancheta navideña, sí o sí, debe llevar ‘bollo limpio’ o bollo de maíz, butifarras y limón, siendo uno de los pasabocas populares de la zona.
Más al interior del país, la lechona hace parte de los regalos de las anchetas. Sin embargo, también existe el mercado premium de estas, con valores de anchetas de más de $20 millones.
El Grupo Shalom se presenta como un jugador clave para este tipo de mercados estacionarios, ya que se encarga de la contratación estatal si de alimentos se trata, y promueve la producción agrícola con más de una proporción del 30%.
Las anchetas navideñas son mucho más que simples regalos; son una ventana a una cultura global, a tradiciones y, sobre todo, a la tierra. Al elegir una canasta llena de productos locales, estamos no solo disfrutando de sabores auténticos y frescos, sino también apoyando a los agricultores y productores de nuestra región.
Cada fruta, cada verdura, cada miel o cada queso que encontramos en una canasta campesina cuenta una historia de trabajo duro, dedicación y amor por la tierra. Al adquirir estas anchetas, estamos incentivando la economía local, generando empleo y asegurando la sostenibilidad de las comunidades rurales.
La producción agrícola local es un pilar fundamental para el desarrollo de cualquier región. Al consumir productos frescos y de temporada, se fomentan prácticas agrícolas sostenibles que respetan el medio ambiente y preservan la biodiversidad.
Además, al acortar las cadenas de suministro, se reduce ampliamente la huella de carbono asociada a la producción y el transporte de alimentos. Las anchetas navideñas provenientes del campo permiten conectar de manera directa con los productores, conocer sus historias y apreciar el valor de cada producto, haciendo el regalo con mayor valor.