La Fundación para el Desarrollo de Cannabis en Europa (Eurofucann) reportó que en países latinos como Colombia y Perú se dejó de recibir en 2018 al menos una suma de US$300 millones de inversión extranjera, ya que las empresas vinculadas con el cannabis medicinal tienen una relación compleja con las entidades financieras no solo para pedir créditos, sino también para resguardar el capital.
En el caso de Colombia, donde creció 34% el número de compañías con licencia para la explotación de la planta entre 2017 y 2018 (y hoy va en más de 100 entidades con el permiso), empresarios del sector señalaron que solo una entidad bancaria, de las más de 27 que hay, se atreven a recibir este tipo de compañías como clientes.
¿Pero por qué una empresa con licencia tiene problemas con un banco para tener productos financieros? Aparentemente, el tema no es solo en Colombia, sino a nivel global. El expresidente de México y miembro de la Junta Directiva de Khiron, Vicente Fox, dijo que “en Estados Unidos, como no es legal, federalmente sí hay ciertos problemas para utilizar el sistema financiero. Al ser ‘ilegal’ no se presta dinero. En Canadá y en otros países, donde está totalmente legalizada, ya no hay inconvenientes”.
El tema es complicado si se tiene en cuenta que los bancos extranjeros no prestan servicios a las compañías financieras locales si tienen relación con productos alrededor del cannabis, entonces esperan que rápidamente evolucionen en su regulación, cosa difícil estos días.
Eurofucann detalló que hoy para que una empresa inicie los trabajos de explotación de cannabis, las inversiones promedio en investigación requieren de mínimo US$30.000, y este dinero, aunque para muchas compañías no puede ser mucho, el capital hace parte de inversiones que llegan de lugares como Canadá a países productores como Colombia. Por la situación actual se pueden congelar los procesos.