Inseguridad, una epidemia que afecta a todo el agro

Durante este año se han intensificado los ataques a las fincas productoras en diferentes regiones del país. No solo son más de 6.500 hectáreas destruidas desde 2014 en el norte del Cauca por invasores, sino que la inseguridad se volvió el factor común con delitos como extorsión, secuestro e incluso asesinato. En el sector cañero van cinco trabajadores víctimas de homicidio en 2023.

La inseguridad se ha vuelto el némesis del agro, un sector que venía en terreno negativo en términos económicos, pero que se recuperó durante el tercer trimestre de este año, según los datos más recientes del Dane.

Todos los gremios del agro coinciden en que el problema más difícil al que se enfrentan, por encima del fitosanitario y el cambio climático es el orden público, pues los productores tienen que pagar las famosas “vacunas” a grupos armados al margen de la ley, negociar para que los trabajadores se pueden movilizar sin ser afectados o agredidos.

Las invasiones a fincas productoras bajo el alegato de que el Gobierno entregará tierras se proliferaron en regiones que tiene dificultades de orden público. Pero no satisfechos con esas ocupaciones ilegales, destruyen la producción de los bananeros, cañeros, entre otros sectores.

La política de agroindustrialización y la reforma agraria que impulsa el Gobierno Nacional no serán viables bajo estas condiciones. Los ataques se han intensificado y gremios como el arrocero advirtieron que el robo de maquinaria en departamentos como el Tolima y Huila se han empeorado.

Durante el pasado Congreso Agropecuario Nacional los gremios del agro expresaron su preocupación al Gobierno Nacional. Es tal la magnitud de la situación que el evento comenzó con un minuto de silencio por las cinco víctimas del sector cañero. La política pública del Gobierno respecto a la seguridad es incierta y un completo galimatías, falta orden en la función del Estado.