¡Flores!, un ejemplo de exportación colombiana
Si se pudiera encapsular el olor de una nación por sus fuertes agrícolas, se podría decir que Colombia huele a flores y café. Después de ser productores de la variedad arábica, el café premium por excelencia del mercado, somos el segundo exportador de flores en el mundo.
Con más de 1.400 tipos de flores, el país es el principal exportador de claveles en el mundo, y, además, somos el país con más tipos de orquídeas en el mundo: 4.270 registradas.
Sí, Colombia huele a flores y a café. De hecho, el crecimiento de la economía se ha visto jalonado por el incremento en varias actividades agropecuarias, en las que se destacan las flores y el café, con 13% y 31% en el último trimestre.
En el primer semestre de 2024, las exportaciones de flores alcanzaron US$204 millones, 2% más que 2023. Pero además de ser una potencia agro industrial exportadora colombiana, así como somos el país más diverso en flores, también lo somos en aves, y sí, sí está relacionado.
Diferentes organismos internacionales coinciden en afirmar que en el mundo existen cerca de 9.700 especies de aves, y según la Asociacion Bogotana de Ornitología, 1.969 de ellas habitan en Colombia, cifra que la ubican como el primer país con mayor diversidad de aves en el planeta.
Pero, ¿por qué se relacionan?, y nada mejor que explicarlo con un caso de éxito. En Asocolfores, de la mano de Florverde Sustainble Flowers, imparte una seria de buenas prácticas sostenibles en sus fincas floricultoras. Por siglos, las flores han atraído a todo tipo de aves por colorida forma, olor, y por su polen, para algunas.
Esto ha dado lugar para que sea un ecosistema armónico para ellas, y en otros casos, para que sea su “herramienta de supervivencia”. Con los años, la destrucción de los humedales en la Sabana cundiboyacense ha mermado una cantidad de especies endémicas de aves considerablemente, y una de ellas era la Tingua Moteada.
Hace 14 años, Florverde, junto con Asocolflores, realizaron estudios para cuantificar el avistamiento de aves endémicas, por lo que notaron un incremento de más del 40% en estas aves luego de la implementación de prácticas sostenibles, como la adecuación de ecosistemas acuáticos, como los humedales naturales y superficiales, así como la recirculación de agua e implementación de residuos orgánicos.
Es importante mencionar que este tipo de actividades que conecten a la cultura empresarial con la naturaleza debe replicarse no solamente en el sector floricultor, sino salir a apostarle a la ganadería, al sector lácteo, de legumbres, cacaotero, y demás.