Falta aclarar cómo se comprarán las tierras
El aspecto que aún no se logra entender de la reforma agraria integral encabezada por la ministra de Agricultura, Cecilia López, es la forma en como se financiará la compra de 3 millones de hectáreas. Si bien se ha explicado que hay un total de 7 millones que se formalizarán y que no requieren grandes recursos para entregar los títulos a las personas beneficiarias, pretender que se pague entre $10 y $20 millones por hectárea, como anunció el presidente Gustavo Petro, es casi imposible teniendo en cuenta que el costo llegaría a ser entre $30 y $60 billones, casi tres veces la reforma tributaria de Ocampo.
Esa cifra no incluye factores como la región donde se comprarán las tierras, ya que una hectárea apta para ser sembrada está avaluada entre $30 y $40 millones. Si se sigue con el precio máximo que propone el Presidente, el único departamento donde el Gobierno podría comprar tierras es en Meta.
La opción que estaba sobre la mesa de usar bonos TES para la compra de estas tierras también se cerró cuando el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, anunció que se terminaba la emisión primaria de TES a través de subasta en lo que queda de 2022.
Conocer el valor real de las tierras será complejo sin completar el catastro multipropósito que, según Gustavo Marulanda, director del Igac, se encuentra en 9,04%, cuando se tenía una meta estimada para 2022 de 60%. Aunque la Upra tiene información y mapas de los predios que son fértiles y de toda la frontera agrícola y zonas protegidas, el negocio dependerá específicamente de la oferta de tierras que lleguen al MinAgricultura.
López ya anunció que llegó la primera oferta para comprar tierras, aunque no es perteneciente al sector ganadero, sino del agrícola, un total de 800 hectáreas que tendrán que revisar.