Empresarios desde la ruralidad colombiana
Casa de campo
Daniella P. Rodríguez

Empresarios desde la ruralidad colombiana

27 de noviembre de 2024
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Hacer empresa nunca ha sido una tarea fácil, y mucho menos en un país en donde el campo tiene la tasa de informalidad laboral más alta, y la inclusión financiera avanza a pasos estancados.

En Colombia, el campo tiene fuerza. Tanta, que es el principal motor del crecimiento económico, con casi 10,7% de contribución al PIB, que cerró el tercer trimestre con un crecimiento del 2%. “La reactivación económica ha empezado”, dijo Germán Bahamón, gerente de la Federación Nacional de Cafeteros.

Esta fuerza es la misma que llevó a que se anidara un tejido empresarial robusto desde el campo, y eso está demostrado con los ganadores de esta edición del Empresario del Agro.

Históricamente, esta es una nueva edición que representa a las regiones desde su corazón interno, desde sus necesidades locales, hasta la operación en el propio territorio.

Los ganadores están en todos los sectores: una cacaotera, un productor de caña de azúcar, un exportador de banano y otro de aguacate Hass, y otro es el dirigente de una de las compañías más antiguas y tradicionales de maquinaria agrícola en Santander. El agro sí hace empresa, y las hace desde todos los sectores y manos que encuentre.

La selección del Empresario se hace de las manos de importantes actores del sector, como lo es Jorge Bedoya, presidente de la Sociedad de agricultores de Colombia, que comentaba que el objetivo de este concurso es, si bien destacar la resiliencia que se necesita para trabajar desde el campo es clave, pero también es importante reconocer que se puede demostrar desde muchas líneas operativas que una empresa en el agro sí puede ser rentable.

Las buenas prácticas, junto con la innovación y garantía de tecnología para la sostenibilidad de más emprendedores rurales es el nuevo lenguaje de las compañías en el agro de hoy. La tecnología, que si bien en la urbanidad puede verse como una amenaza para la mano de obra, en el sector agrícola puede ser una plataforma de crecimiento exponencial, de la mano de mayor productividad, y por supuesto, mayor competitividad.

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